Hay situaciones en la vida de las personas y organizaciones políticas que se parecen mucho a lo que podríamos denominar como puntos de inflexión. Diariamente se escucha que ese parecer ser lo que vive hoy la coalición Cambiemos en la Provincia de Buenos Aires.
Por un lado está una Gobernadora que se muestra cada vez más firme en la toma de decisiones y en el enfrentamiento con ciertas corporaciones que demuestran comportamientos rayanos con mafias, conforme a actos concretos conocidos recientemente y que dan los visos de querer intimidarla. Uno referido a la intromisión en su despacho y el otro lo visto en la residencia de Federico Salvai.
Por otro lado está la Unión Cívica Radical reclamando mayores espacios en el Gobierno o, al menos, lugares en donde pueda aportar sus ideas respecto a la gobernabilidad de la Provincia. Algunos Intendentes lo reflejaron este viernes pasado en el tercer encuentro del Foro de Intendentes Cambiemos en Vicente López.
En este caso, los radicales enfrentan también, internamente, una situación que poco los favorece frente a sus pretensiones: la falta de unidad interna es la principal de ellas. Eso se puede observar tanto a nivel provincial como en determinados distritos bonaerenses. En varios de ellos los radicales se quejan de no tener participación en las decisiones que toman los gobernantes de raíz, PRO.
Aquí se notan varios matices. Vemos cómo en algunos distritos los “boina blanca” piden mayor participación en tanto sus dirigentes y/o concejales se afanan en presentar proyectos y propuestas a priori inaceptables para el oficialismo. Entonces, ante el rechazo se sale a afirmar que desde el PRO no les dan lugar. En otros distritos Cambiemos se convive aceptablemente bien, y en otros la relación está cortada. Estas situaciones se replican en lugares en donde gobierna el PRO; pero lo mismo sucede en otros en los que es la UCR la que tiene esa responsabilidad.
Al respecto, en Nueve de Julio dos iniciativas del justicialismo sobre tarifazos de los servicios, fueron acompañadas en el Concejo Deliberante por la UCR. El hecho sorprendió y las lecturas políticas no trascendieron pero hubo movilizaciones subterráneas.
De todas maneras hay ejemplos de convivencia que pueden ser tomados como referentes significativos. Es el caso de la relación que existe en la Legislatura bonaerense, más precisamente en la Cámara de Diputados, en donde se puede observar una relación que da sus frutos entre Jorge Silvestre, presidente del bloque de Cambiemos y los distintos sectores del Poder Ejecutivo, la Gobernadora Vidal incluida. Además, el dirigente es un articulador de consensos y so lo observa con buen tino.
Esa relación, por supuesto tiene sus vaivenes. No hace mucho el intento de desplazar de su cargo al ex Intendente de 9 de Julio en el Ministerio de Salud contó la enérgica defensa del diputado a punto tal que estuvo muy tirante la relación a punto de una fractura. Luego la tensión cesó y todo se encauzó. El episodio sirvió para que todos hayan entendido que los consensos son más fructíferos que las disputas de disgregación.
También está la relación del diputado radical de 9 de Julio con el intendente Mariano Barroso, entre ambos coincidieron en la formación de una mesa de diálogo de la que participan ellos dos junto a los funcionarios del Gobierno Municipal y los dirigentes del radicalismo local, con Guillermo Rodríguez, su presidente. En ese ámbito que está dando sus primeros pasos donde se intenta la búsqueda de anuencias acerca de los diferentes temas que hacen al funcionamiento de la gestión municipal y la relación con la provincia.
Que hay encontronazos? Parece lógico que eso suceda. Lo importantes es que todos aporten su granito de arena en pos de una mejor calidad de vida de los nuevejulienses.
En la mesa chica de las decisiones se hace referencia en la necesidad de trabajar mancomunadamente entre el titular del Ejecutivo y el Presidente del Bloque en La Plata. Al respecto se deslizó que no se quiere que gane espacio en la opinión pública la imagen de los ex diputados Horacio Delgado y Juan José Cavallari, que gestionaban en forma independiente y sin diálogo con el Ejecutivo de entonces. la idea es que se vea que Cambiemos funciona.
Desde hace varios días la iglesia católica promueve puntos de consenso. Encontró en el Bicentenario el punto central para comenzar ese camino haciendo notar que es mejor el acercamiento y el diálogo entre todos los sectores políticos y sociales para arribar a acuerdos programáticos en interés de los gobernados, ya sean distritales, provinciales o nacionales. La reciente convocatoria del Obispo de Nueve de Julio es un claro ejemplo de ese camino donde los políticos asistentes salieron fortalecidos y convencidos que ese es el camino del cambio para gobernar y cerrar la ‘brecha’.
Ahora bien, todo indicaría que observando esa señal superadora, tanto Mariano Barroso como Jorge Silvestre (obviamente Vivani incluido) demuestran que es posible dejar de lado los intereses personales para privilegiar los de los nuevejulienses. Se han empezado a movilizar para encontrar caminos de consensos y acuerdos que favorezcan obras y concreciones.
En la sociedad se visualiza un enérgico tironeo entre distintos sectores y es hora de caminar, con diferencias en la dirección que la Patria lo necesita.
Si esta es la carretera de la nueva política, que sea Bienvenida!. Hasta el próximo domingo.