Se calcula que un 50% de las embarazadas que sufren de alergias se sienten peor y consideran que sus síntomas han empeorado con la gestación. Opciones de tratamiento y medicaciones permitidas en esta nota.
El embarazo es un momento especial en la vida de toda mujer, pero para algunas puede entrañar algunas molestias. El hecho de tener alergias no supone riego para las embarazadas, pero tampoco una protección frente a las mismas. Es decir, las mujeres gestantes tienen las mismas probabilidades de presentar alergias que el resto.
En general, la evolución de las alergias durante el embarazo sigue la regla de los tercios: un tercio mejora, otro tercio empeora y el tercer tercio permanece sin cambios. Además, se calcula que un tercio de las embarazadas que sufren alergia no manifiestan complicaciones durante estos meses.
Por otra parte, no es raro que en el embarazo la mujer pase por episodios alérgicos que antes no había tenido, o en el caso de las mujeres embarazadas que ya eran alérgicas a alguna sustancia que los síntomas se agraven, o que en algunos casos las alergias previas al embarazo mejoran durante la gestación.
En lo que respecta a la conocida como ‘rinitis del embarazo’, se calcula que afecta a dos o tres de cada diez mujeres embarazadas; se trata de una inflamación de la mucosa nasal, que aparece por la dilatación de los vasos sanguíneos y el aumento del volumen de sangre que ocurre durante el embarazo, sin que esté relacionada necesariamente con una causa alérgica, aunque los síntomas sean similares. La rinitis del embarazo puede aparecer en cualquier momento durante los nueve meses, y desaparece con el parto o pocas semanas después.
Por otro lado, el cambio hormonal durante los meses de embarazo hace que la piel de las mujeres embarazadas esté más sensible y sea más probable que tengan una reacción alérgica. La alergia en la piel durante el embarazo es algo normal y en la mayoría de los casos no presenta gravedad, es muy frecuente que los síntomas desaparezcan al dar a luz. El síntoma más común es la picazón, la mayoría de mujeres embarazadas sienten picazón sobre todo en la zona del pecho, caderas y vientre; y las ronchas en el abdomen, las cuales afecta a un 1% de las embarazadas y tiene que ver más que con una alergia, con un tipo concreto de dermatitis.
¿Cómo tratar la alergia?
Una de las mejores recomendaciones para la mujer embarazada es evitar, si es posible, los factores que desencadenan las alergias, tales como el polvo, el polen, algunos olores fuertes como el cloro y detergentes para lavar ropa y algunos perfumes, o los factores que ya conoce y está al tanto. Las medidas de control ambiental y las medidas de precaución frente al alérgeno deben intensificarse durante el embarazo
Durante el embarazo, hay que buscar la forma óptima de conseguir el bienestar de la madre sin riesgo para el bebé. En este sentido, cabe señalar que el tratamiento de las enfermedades alérgicas descansa en tres pilares: los medicamentos, las vacunas antialérgicas (inmunoterapia específica) y el control ambiental.
El arsenal terapéutico contra las enfermedades alérgicas de las embarazadas es prácticamente igual al utilizado en el resto de la población, pero hay que elegir los medicamentos con cuidado, eligiendo aquellos que sean seguros tanto para la madre como para el bebé.