Con el fin de coordinar políticas de acción y estrategias conjuntas de trabajo, tendientes a mejorar la calidad e inocuidad de los alimentos en la región se llevó a cabo una reunión entre autoridades del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y de la intendencia de Chivilcoy.
El encuentro fue encabezado por el director del Centro Regional Buenos Aires Norte, Juan Ernesto Rebagliati y el intendente de Chivilcoy, Guillermo Britos. Además participaron por Senasa, la coordinadora de Sanidad Animal, Felicitas Recalde; el supervisor de Inocuidad, Juan Pablo Colonna; el Veterinario Local Rodrigo Menendez y el referente de Comunicación Institucional, Cristian Rocca; mientras que por el municipio estuvieron presentes, Eduardo Galland, director de Calidad Alimenticia Zoonosis y Medio Ambiente (CAZMA) y María Dell Immagine, directora de Producción y Empleo.
Entre los temas abordados se trató el desarrollo de procedimientos integrales que permitan consolidar las prácticas y condiciones de sanidad, calidad e inocuidad sistémicas en la mediana y pequeña producción.
También se destacó la importancia de trabajar en conjunto, pretendiendo lograr espacios interinstitucionales de discusión y debate necesarios para planificar y desarrollar acciones preventivas y de control en la inocuidad agroalimentaria y las enfermedades zoonóticas (enfermedades de los animales transmisibles al ser humano). Estas mesas interinstitucionales tienen por finalidad analizar las diferentes problemáticas higiénico-sanitarias y así poder brindar una solución integral a temas vinculados con la inocuidad de los alimentos y las zoonosis.
En esta oportunidad, Rebagliatti explicó las competencias del Sistema de Control de Frutas y Hortalizas Frescas (Sicofhor) y detalló las facultades y obligaciones que le corresponden a las autoridades sanitarias nacionales, provinciales y municipales, en materia alimentaria y control higiénico-sanitario, resaltando el grado de responsabilidad de cada uno de los actores involucrados en la cadena de producción agroalimentaria.
Las autoridades regionales del Senasa también se refirieron a las enfermedades zoonóticas y su impacto social. La intensa actividad comercial y la movilización de personas, animales, sus productos y subproductos propician un nuevo paradigma de enfermedades emergentes y reemergentes. Esta enfermedad tiene su origen en el consumo de alimentos contaminados o en el contacto directo con animales infectados. De esta manera, los riesgos comienzan en la granja, continúan en la manipulación incorrecta de los alimentos y finalmente pueden llegar a la mesa. Por tanto la clave para evitar las zoonosis radica en la prevención y control en toda la cadena alimentaria, obligando a los sectores de salud pública y salud animal a trabajar de manera conjunta.
Además, las autoridades se comprometieron a realizar las gestiones correspondientes para crear espacios de capacitación destinados a cada uno de los actores intervinientes, según las necesidades propias de cada sector.
Por último, se fijaron lineamientos en torno a la necesidad de trabajar en forma coordinada con las áreas de bromatología y producción municipal, remarcando, para tal fin, la funcionalidad y operatividad de las distintas áreas del Senasa.