Al cumplirse una semana del trasplante al que fuera sometido el sábado pasado en el Hospital Escuela Austral de Pilar, Gustavo Reinoso pasó gran parte del día despierto y acompañado de su esposa, Silvina Matos y su hija.
Todos, familia, amigos, conocidos y médicos están muy conforme con su evolución. Es muy satisfactoria.
Gustavo no ha hablado aún, pero se hace entender. Además, como gesto que va bien, gratitud y amor, le tiró un beso a su esposa, cuando finalizaba la visita,a última hora de la tarde de este día caluroso, y los médicos lo disponían a descansar, en la sala de Cuidados Intensivos donde sigue internado.
Además, durante dos horas le retiraron el respirador con que lo asisten para que el organismos se recupere de apoco y no tengas complicaciones. Ese lapso de respiración por sus propios medios, lo vivió en los parámetros previstos para la evolución de un paciente post-trasplante.
En diálogo con Cadena Nueve, Silvina Mato se expresó satisfactoriamente y con alegría, dentro de lo que significa un paciente que requiere de mucho tiempo para sus total recuperación. Todos, familia y médicos, sonríen satisfactoriamente.