Los Madrugadores del 9 vivieron una jornada intensa de oración este Sábado Santo, rezando el Rosario de los Siete Dolores de la Virgen María en la Catedral Santo Domingo de Guzmán, con la participación de 53 varones, incluyendo al nuevo integrante Juan Pablo Casas, a quien se le dio una cálida bienvenida.
Esta modalidad especial del rosario, centrada en los dolores de la Virgen María, no sólo honra el sufrimiento de la Madre de Jesús, sino que también conecta a los fieles con su propio dolor, esperanza y amor por la humanidad. Desde la profecía de Simeón hasta la sepultura de Jesús, cada dolor fue acompañado de oraciones fervientes por diversas intenciones: salud, paz, familias, conversiones, y gratitud.
Además de la devoción, el encuentro mostró un sentido profundo de hermandad, entrega y consuelo mutuo, donde la comunidad no sólo ora, sino que también acoge, escucha y camina junta. Las voces entrecortadas, los nombres mencionados, las súplicas y los agradecimientos —todo forma parte de una espiritualidad encarnada y real.
Momentos destacados:
El clima de recogimiento a las 7 a.m. en la catedral.
La oración por personas enfermas y por familias en dificultad.
Peticiones por la paz mundial, en especial por Ucrania.
La oración comunitaria del Padre Nuestro, el Ave María, la oración del Madrugador y a San José.
El acto de bienvenida a Juan Pablo, símbolo de que esta fraternidad está viva y sigue creciendo.
Invitación al desayuno y recordatorio de la Vigilia Pascual a las 20:00 hs en la misma catedral.
Este rosario no fue solo una devoción, fue un canto de amor, entrega y comunión. En medio del dolor, brilló la fe y la esperanza de tantos hombres que, como María, caminan con Jesús, aún en la cruz.
Agencia MTR