Semana Santa es la festividad más significativa del calendario litúrgico cristiano, especialmente para los fieles de la Iglesia Católica. Este año, la conmemoración comenzó el domingo 13 de abril con el Domingo de Ramos, y se extenderá hasta el domingo 20 de abril, día en que se celebrará la Pascua de Resurrección.
Durante estos días, el obispo de Nueve de Julio, Monseñor Ariel Torrado Mosconi convocó a la comunidad a recprdar y revivir los últimos momentos de la vida de Jesucristo en la Tierra: su pasión, muerte y resurrección. Cada jornada tiene un significado especial, con celebraciones litúrgicas, actos de fe y expresiones de profunda espiritualidad.
Jueves Santo: la institución de la Eucaristía y el mandamiento del servicio
El Jueves Santo marca el inicio del Triduo Pascual, el período más solemne del año litúrgico que culmina con la Resurrección de Jesús. Este día se recuerda la Última Cena, momento en que Cristo compartió por última vez el pan y el vino con sus discípulos, instituyendo así el sacramento de la Eucaristía. Fue en esa cena cuando dijo: “Hagan esto en conmemoración mía”.
Además, el Jueves Santo conmemora el gesto humilde del lavatorio de pies, en el que Jesús, como símbolo de servicio y amor al prójimo, lavó los pies de sus discípulos. Hoy en día, ese acto es reproducido por sacerdotes de todo el mundo como recordatorio del llamado a servir.
Durante la jornada se celebran varios eventos litúrgicos clave, entre ellos la Misa Crismal, en la que se consagra el Santo Crisma y se bendicen los óleos utilizados en los sacramentos. En esta misa, todos los sacerdotes renuevan las promesas hechas en su ordenación, como signo de comunión con su obispo y de fidelidad a su vocación.
En muchas parroquias y catedrales se celebra también la Hora Santa, una vigilia de oración en la que se recuerda la agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos y su posterior traición por parte de Judas.
Y en la Catedral de Nueve de Julio, el obispo celebrará la Misa a las 20 y realizará el lavatorio de pies a vecinos de distintas edades, repitiendo el gesto de humildad y servicio de Cristo.
Viernes Santo: pasión, crucifixión y muerte de Jesús
El Viernes Santo es un día de luto, recogimiento y penitencia. La Iglesia conmemora la pasión y muerte de Cristo en la cruz. Según los evangelios, Jesús fue juzgado, azotado, coronado con espinas y condenado a muerte por el gobernador romano Poncio Pilato.
Durante esta jornada, los fieles participan del Vía Crucis, un recorrido simbólico que rememora el camino de Jesús hacia el Gólgota, pasando por estaciones que representan momentos claves de su sufrimiento: sus caídas, su encuentro con María, el despojo de sus vestiduras, la crucifixión y finalmente su muerte. Se hará el Via Crucis en Avdas. Mitre y Presidente Perón de Nueve de Julio.
No se celebra misa este día, pero sí se lleva a cabo la Adoración de la Cruz, donde los fieles veneran el símbolo del sacrificio de Cristo.
Sábado Santo: día de silencio y espera
El Sábado Santo es una jornada de profundo silencio y reflexión. Es el día que representa la espera, el duelo y la esperanza en la promesa de la Resurrección. Por la noche, tiene lugar la Vigilia Pascual, considerada la madre de todas las celebraciones cristianas.
Durante la Vigilia, se enciende el fuego nuevo y el Cirio Pascual, que simboliza a Cristo Resucitado. La liturgia incluye la lectura de pasajes clave de la historia de la salvación y culmina con el anuncio de la Resurrección de Jesús, en un clima de alegría y júbilo.
Los sacerdotes celebran esta misa vestidos con ornamentos blancos o dorados, en señal de victoria sobre la muerte.
Domingo de Resurrección: la celebración de la vida eterna
El Domingo de Pascua es el día más importante del cristianismo. Se celebra la Resurrección de Jesús, su victoria sobre la muerte y su paso definitivo a la vida eterna. Esta fecha marca también el fin de la Cuaresma, un período de 40 días de ayuno, oración y penitencia.
En la ciudad de Nueve de Julio, el Obispo Ariel Torrado Mosconi celebrará una misa a las 20:00 horas en la catedral, donde resaltará que vida vence a la muerte.
Semana Santa es una invitación a renovar la fe, recordar el amor incondicional de Dios y vivir con esperanza. Para millones de católicos, estos días son mucho más que un feriado: son un camino espiritual que revive el sacrificio y la promesa de salvación.