lunes, abril 7, 2025
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URGARA: En el cuarto día frente a Cargil-Los Toldos, exigen reincorporación y mejoras salariales

Es lunes se realizará una audienca en la Secretaría de Trabajo de Junín y conforme a loque se decida se levantará la medida de fuerza o se continuará

El conflicto laboral en la planta de Cargill ubicada en Los Toldos cumple hoy su cuarto día de reclamo, en un escenario de creciente tensión. Desde el viernes, los trabajadores de la Unión de Recibidores de Granos y Afines de la República Argentina (URGARA) mantienen una protesta frente a la planta, demandando mejoras salariales y la reincorporación de un empleado despedido, lo que ha generado un clima de conflicto que se intensifica a cada hora.

La medida de fuerza comenzó con un pedido por la actualización de paritarias, las cuales llevan más de cuatro meses de atraso, lo que motivó el inicio de la protesta. Sin embargo, la situación escaló cuando se conoció el despido de un trabajador, quien se encontraba adherido a las medidas sindicales. Los empleados aseguran que este despido fue una represalia directa por su participación en la huelga.

Este domingo, la planta permaneció cerrada con los portones cerrados por decisión de la empresa, que decidió no permitir el acceso de los trabajadores a las instalaciones. “La empresa no ha mostrado ninguna intención de acercarse a una solución. Hoy, la planta sigue sin operar y los trabajadores permanecen firmes en su lucha”, afirmaron desde URGARA.

Con la mirada puesta en la audiencia de mañana, lunes, en la Secretaría de Trabajo de Junín, donde se espera una instancia de mediación, los trabajadores se mantienen a la espera de una respuesta que permita resolver el conflicto. La reunión podría ser central para definir los próximos pasos, mientras la presión sigue aumentando sobre Cargill.

Los empleados exigen la reincorporación inmediata del trabajador despedido, así como sanciones económicas hacia la empresa por las represalias tomadas contra los sindicalistas. La situación ha puesto en alerta a los actores del sector y podría marcar un punto de quiebre en las relaciones laborales en la región.

Mientras tanto, la tensión sigue en aumento. Los trabajadores sostienen su campamento en las puertas de la planta, decididos a no ceder hasta conseguir respuestas satisfactorias a sus demandas.

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