Bajo el lema “Comienzos saludables, futuros esperanzadores”, la campaña de este año hace un llamado a los gobiernos y a la comunidad de la salud a redoblar esfuerzos en la lucha contra las muertes prevenibles de madres y recién nacidos, además de priorizar el bienestar de las mujeres a largo plazo.
Lo señala el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires en el marco del Día Mundial de la Salud. En un contexto global donde la salud materna y neonatal sigue siendo un desafío, la campaña resalta la necesidad de fortalecer los sistemas de salud para que puedan abordar no solo las complicaciones obstétricas, sino también aspectos como la salud mental, las enfermedades no transmisibles y la planificación familiar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios han redoblado esfuerzos para promover embarazos y partos saludables. En este sentido, se hace hincapié en la importancia de ofrecer un acompañamiento emocional integral a las mujeres antes, durante y después del parto, reconociendo que la salud posnatal es tan crucial como el proceso mismo del embarazo y el parto. Las cifras globales son alarmantes y, a pesar de los avances, muchas madres y recién nacidos siguen perdiendo la vida debido a causas prevenibles.
En este marco, la OMS propone una visión que va más allá de la atención obstétrica inmediata, incorporando también el tratamiento de afecciones relacionadas con la salud mental, la violencia de género y las enfermedades crónicas. Este enfoque holístico considera la salud como un derecho humano integral que debe ser protegido y garantizado por todos los gobiernos.
El Derecho a la Salud en Argentina
Argentina, en su Constitución Nacional, reconoce la salud como un derecho humano, lo que se refleja en diversos artículos como el 14 bis, 41, 42 y 75 inciso 22, que otorgan jerarquía superior a los tratados internacionales sobre derechos humanos. Entre estos tratados se incluyen el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, los cuales se comprometen a garantizar la salud de todas las personas, en especial de las mujeres y los niños.
A pesar de estos compromisos legales, la situación en el ámbito de la salud pública en el país presenta serias dificultades. Durante la actual gestión del gobierno nacional, se ha observado una serie de medidas que han debilitado el sistema de salud público. La cesantía de miles de trabajadores de la salud y el desmantelamiento de programas esenciales, como el Plan Nacional de Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA), que había logrado una significativa reducción en los embarazos de adolescentes, son solo algunos ejemplos de la falta de inversión y voluntad política en este sector.
En paralelo, el gobierno ha implementado recortes presupuestarios que impactan directamente en la salud pública, con un presupuesto casi estático para 2024, a pesar de la inflación superior al 200% en el último año. Esto refleja una clara contradicción entre el discurso que promueve la salud como un derecho y las acciones que desfinancian los servicios esenciales.
Un Futuro en Riesgo
Históricamente, Argentina ha buscado garantizar el acceso universal a la salud como un derecho básico, en línea con la visión de justicia social que persigue el Estado. La salud, entendida como un derecho fundamental, no solo está relacionada con la atención médica en momentos críticos, sino que también está intrínsecamente vinculada a otros derechos como la educación, la alimentación adecuada, el trabajo digno y un entorno saludable. En este sentido, el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires sostiene que el derecho a la salud debe ser protegido y garantizado por el Estado, al tiempo que se subraya la importancia de la nutrición adecuada como base para una vida saludable.
Hoy, más que nunca, es necesario recordar que el derecho a la salud debe ser un compromiso prioritario. El acceso a la alimentación adecuada, la atención médica de calidad y los servicios de salud mental deben ser considerados como prioridades para un futuro esperanzador. Los avances en políticas públicas relacionadas con la salud materna y neonatal deben ser acompañados de un compromiso real para garantizar recursos suficientes que permitan vivir con dignidad.
Es imperativo que tanto las autoridades gubernamentales como la sociedad civil refuercen su compromiso con la salud pública. Desde una perspectiva global, la salud materna y neonatal debe ser abordada no solo con políticas focalizadas, sino con una visión integral que contemple todos los aspectos del bienestar femenino y de la infancia. Mientras tanto, en Argentina, el desafío es claro: garantizar los derechos de las mujeres y los niños a través de un sistema de salud accesible, eficaz y justo. Solo con un enfoque de derechos humanos, que priorice la equidad y la justicia social, se podrán lograr los objetivos establecidos en esta campaña global para la salud materna y neonatal.
El camino hacia un futuro esperanzador pasa por la protección de los derechos fundamentales. Y en este sentido, la salud sigue siendo un pilar esencial para garantizar una sociedad más equitativa y justa para todos.