Cada 4 de marzo, en Argentina se conmemora el Día Nacional del Hermano, una jornada de reflexión inspirada en la vida y legado de la Madre Teresa de Calcuta, quien fue un emblema de solidaridad, dedicación y compromiso con los demás. Esta fecha no solo honra los lazos de sangre entre hermanos, sino que extiende su significado a la solidaridad y el compañerismo entre los primeros amigos que nos da la vida.
La elección del 4 de marzo como Día Nacional del Hermano en Argentina no tiene un fundamento relacionado con un evento específico, pero con el paso de los años se ha establecido como una tradición, y aunque no tiene una conexión directa con la Madre Teresa, su intención es la misma que la del Día Mundial del Hermano, que se celebra el 5 de septiembre en el resto del mundo, en el aniversario de su deceso.
La Madre Teresa de Calcuta, fundadora de la Congregación de las Misioneras de la Caridad, dedicó su vida a llevar ayuda y consuelo a los más necesitados. A lo largo de su vida, trabajó en más de 500 lugares alrededor del mundo, transformando las vidas de miles de personas desamparadas y generando un impacto profundo en la sociedad. Por su incansable labor, recibió el Premio Nobel de la Paz en 1979 y fue canonizada.
La palabra “hermano”, de origen latino germanus, hace referencia a aquellos que comparten un vínculo consanguíneo, pero también abarca a aquellas personas que, sin tener una relación de sangre, se sienten unidas por un lazo profundo de amistad y solidaridad. Los hermanos no solo son aquellos con los que compartimos genes, sino también aquellos que, a través de las vivencias compartidas, construyen una conexión emocional y afectuosa.
Agencia MTR