Este sábado 8 de febrero, 43 fieles de la corriente de vida Madrugadores del 9 rezaron desde la hora 7, en la Catedral Santo Domingo de Guzmán el rosario como se hace cada 14 días.
La jornada comenzó con la oración de los madrugadores, pidiendo por justicia, verdad y amor. Esta oración fue seguida de una invocación a San José, pidiendo su intercesión para afrontar los desafíos cotidianos.
Las intenciones del Rosario fueron variadas. Los madrugadores oraron por los difuntos, por la paz en el mundo, por la sanación de aquellos que atraviesan enfermedades, y por la protección de la patria. En particular, se pidió por la recuperación de las víctimas de los recientes incendios en la Patagonia y por la reconciliación de las familias y los corazones alejados de la fe. También se invocó a Dios para que frene desastres naturales y que el mundo viva en paz.
Además, se lo recordó al Beato Cardenal Pironio ya que el pasado 4 de febrero se celebró la Memoria del nuevejuliense, en las iglesias del mundo y se incorporaron frases del sacerdote en las oraciones.
La jornada no solo fue un momento de oración, sino también una oportunidad para reflexionar sobre la vida espiritual. El Padre Daniel Camagna, al final del encuentro, hizo un llamado a nutrir el alma con constante oración y buenas obras, comparándolo con la necesidad de alimentarnos para mantenernos saludables. También invitó a los asistentes a reflexionar sobre la “nostalgia”, como un obstáculo para el crecimiento espiritual, ya mirar siempre hacia el futuro con esperanza. Destacó que recordar las cosas buenas vividas ayudan ese desarrollo espiritual, despojadas de la nostalgia.
El encuentro concluyó con una oración final por la paz del mundo y por las vocaciones sacerdotales. Los madrugadores compartieron un desayuno en comunidad, fortaleciendo los lazos de fraternidad y el compromiso con la fe. Este encuentro no solo fortaleció la vida espiritual de los participantes, sino que también
Previamente, se hizo saber como novedad de este encuentro, la incorporación de un nuevo y juvenil miembro al grupo: Agustín Banchero, quien se unió a los madrugadores para participar de esta jornada de oración y reflexión.
Estos encuentros cada dos semanas, también son para recordar que la vida cristiana no es solo un camino individual, sino una vivencia en comunidad, donde cada uno aporta su oración y su fe para construir un mundo mejor, centrado en el amor de Dios, la Virgen María y el servicio a los demás. La reflexión del Padre Camagna dejó un mensaje claro: debemos alimentar nuestras almas con una dieta espiritual sana.