miércoles, febrero 5, 2025
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Celebración Litúrgica en la Diócesis de Nueve de Julio por la Memoria del Beato Eduardo Francisco Pironio

Es la primera desde su Beatificación y estuvo encabezada por el Obispo de Santo Domingo acompañado por el Obispo Emérito monseñor Martín de Elizalde, quien resaltó que cada uno sea un "Peregrino de la Esperanza" y pida siempre por la intersección del Beato

La Diócesis de Nueve de Julio celebró este 4 de febrero, por primera vez, la memoria litúrgica del Beato Eduardo Francisco Pironio, con una emotiva misa en la Catedral Santo Domingo de Guzmán. Esta celebración marca un hito importante no solo para la comunidad local, sino también para la Iglesia universal, pues es la primera vez que se celebra esta memoria litúrgica, tras su beatificación, y se hace en todas las iglesias que lo reconocen como Beato. La misa fue presidida por Monseñor Ariel Torrado Mosconi, acompañada del Obispo Emérito Monseñor Martín de Elizalde, y contó con la participación de una importante asistencia de fieles.

La celebración fue especialmente significativa porque tuvo lugar en el mismo templo donde el Beato Pironio recibió los sacramentos de Bautismo, Primera Comunión y Confirmación, lo que dotó de un significado muy especial a este acto litúrgico. La comunidad de Nueve de Julio, de la cual Pironio fue parte desde su nacimiento, celebró con alegría y solemnidad el legado espiritual de quien fue un gran pastor, filósofo y cardenal de la Iglesia Católica.

Este evento litúrgico se enmarca dentro del Año Jubilar de la Diócesis de Nueve de Julio, que tiene como lema “Peregrinos de la Esperanza”. Este lema refleja el mensaje central del Beato Eduardo Francisco Pironio, quien entendía la vida cristiana como un peregrinaje continuo hacia Dios, marcado por la esperanza y el amor resaltó durante su homilía, Monseñor Torrado Mosconi quien destacando esta visión, invitó a los presentes a recordar que la santidad no se logra a través de la perfección, sino a través del caminar constante hacia el Señor, reconociendo las debilidades humanas y confiando en la gracia Divina.

El Beato Pironio siempre destacó que el camino de la fe no era un camino fácil ni sin dificultades, sino un camino de esperanza, en el que la Iglesia, aunque imperfecta, avanza con la certeza de que Dios la guía. El obispo expresó que este mismo lema de “Peregrinos de la Esperanza” debe ser vivido por cada uno de los creyentes, como una invitación a no conformarse con la mediocridad, sino a esforzarse por crecer continuamente en la fe y en el amor hacia Dios y hacia los demás.

Monseñor Torrado Mosconi añadió en su mensaje que el Beato Pironio fue un hombre profundamente espiritual, que vivió su fe con radicalidad y dedicación. Su vida estuvo marcada por un amor inquebrantable hacia Dios y hacia su prójimo, especialmente hacia los más necesitados. Durante su tiempo como Obispo de Mar del Plata y luego como Cardenal, Pironio se caracterizó por su cercanía con el pueblo, su compromiso con la justicia social y su incansable trabajo por la unidad de la Iglesia. Su pensamiento y su enseñanza fueron una fuente constante de inspiración para aquellos que lo conocieron y trabajaron a su lado.

Uno de los aspectos más destacados de su legado es su profunda reflexión sobre la Iglesia como un cuerpo humano y divino, que avanza en medio de las tensiones del mundo pero siempre con la mirada puesta en el Reino de Dios. En sus escritos y discursos, Pironio alentó a la Iglesia a no buscar la perfección humana, sino a vivir con autenticidad el Evangelio y la misión que Cristo le encomendó. “La esperanza no es una vana ilusión, es la certeza de que el amor de Dios triunfa sobre todo”, decía el Beato Pironio, y esta enseñanza sigue siendo un faro para los cristianos de hoy.

La beatificación de Eduardo Francisco Pironio se celebró en 2023, luego de que un milagro atribuido a su intercesión fuera reconocida por la Iglesia. El milagro involucró la curación inexplicable de un niño que, tras haber sido dado por perdido por los médicos, experimentó una mejora milagrosa cuando se invocó al Beato Pironio. Este milagro fue considerado como un signo de la santidad del Cardenal Pironio y permitió su beatificación. No obstante, para que sea canonizado, la Iglesia requiere un segundo milagro, y es por ello que los fieles continúan rezando para que se reconozca otro milagro por su intercesión, lo que le permitirá alcanzar la canonización.

En la misa, Monseñor Torrado Mosconi pidió a la comunidad que confiara en la intercesión del Beato Pironio, y que, al igual como él lo hizo, pidieran la ayuda de Dios para sus necesidades personales y para la Iglesia universal. La solicitud de un segundo milagro es esencial para completar el proceso de canonización, y los fieles en Nueve de Julio y en otras partes del mundo continúan orando por este propósito.

Por eso convocó a la comunidad de Nueve de Julio a difundir la vida de Pironio.

La misa no solo fue un acto de memoria histórica, sino una oportunidad para renovar el compromiso de los fieles con su vocación cristiana. Al final de la eucaristía, se invitó a los presentes a renovar su deseo de vivir la santidad en sus vidas cotidianas, tal como lo hizo el Beato Pironio. Monseñor Torrado Mosconi recordó a todos que la santidad no es algo que se alcanza de una vez por todas, sino un proceso continuo de conversión y crecimiento en la gracia de Dios.

Durante la celebración, los fieles presentaron sus peticiones y oraciones, tanto por las necesidades de la comunidad local como por las del mundo. Se pidieron especialmente oraciones por el Papa Francisco, para que continúe guiando a la Iglesia con sabiduría y fortaleza, por las familias para que vivan en unidad y amor, y por los pobres, enfermos y más necesitados para que encuentren consuelo en la fe.

Eduardo Francisco Pironio, quien nació en Nueve de Julio, Argentina, fue un hombre cuya vida fue un testimonio de entrega total a la misión de la Iglesia. A lo largo de su vida, recomendado un papel clave en la promoción de la justicia social, la unidad de la Iglesia y el fortalecimiento de la vida espiritual de los creyentes. Su vida fue marcada por un profundo amor a Dios, pero también por un amor sincero hacia las personas, especialmente los más marginados.

Su trabajo en la pastoral, su dedicación a la vida religiosa y su cercanía con los pobres le ganaron el cariño de quienes lo conocieron. Su legado sigue siendo un ejemplo de cómo vivir la fe con radicalidad, sin miedo a las dificultades y confiando en que Dios siempre proveerá lo necesario para cumplir la misión de ser luz para los demás.

La celebración de la memoria litúrgica del Beato Pironio no fue solo una ocasión para recordar a un hombre santo, sino también una oportunidad para que cada creyente renueve su compromiso personal con la fe. Monseñor Torrado Mosconi, al final de la misa, invitó a todos los presentes a seguir el ejemplo del Beato Pironio, con la esperanza de que, en el futuro, su vida será reconocida como un modelo de santidad para toda la Iglesia. Así, en cada rincón del mundo donde se celebró esta misa, los fieles confiaron en la intercesión de Pironio, sabiendo que la vida cristiana es un viaje que, aunque lleno de desafíos, siempre.

La jornada cerró con una bendición especial, pidiendo a cada presente a que difunda la vida del Beato.

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