miércoles, enero 15, 2025
miércoles, enero 15, 2025

Sismo en San Juan en 1944: una cicatriz que marcó la historia del país

Fue el 15 de enero y desde entonces surgieron lecciones de resiliencia y transformación en esa provincia y otras

El 15 de enero de 1944, un devastador terremoto de magnitud 7,4 sacudió San Juan, dejando una huella imborrable en la historia de Argentina. Este sismo, que afectó a una población de alrededor de 80.000 habitantes, resultó en la pérdida de aproximadamente 8.000 vidas y destruyó más del 80% de las edificaciones, principalmente aquellas construidas con materiales vulnerables como el adobe y el tapial. Sin embargo, esta tragedia no solo marcó el destino de la ciudad, sino que impulsó un cambio fundamental en la ingeniería civil y la arquitectura, dejando un legado de resiliencia y transformación.

A 81 años del trágico evento, San Juan ha logrado levantarse de las cenizas, y varios edificios emblemáticos permanecen en pie como testigos de la resistencia frente a la furia de la naturaleza. Entre ellos destaca la Escuela Normal Superior Sarmiento, cuya estructura, diseñada con innovadores principios de ingeniería sísmica, sobrevivió al terremoto casi sin sufrir daños. Esta edificación, construida en 1906, se erige como un símbolo de esperanza y de la evolución en las técnicas de construcción que surgieron como respuesta a la tragedia.

El Cambio Histórico en la Construcción de San Juan

El terremoto de 1944 marcó un punto de inflexión en la forma en que San Juan y otras provincias de Argentina abordaron la construcción. A raíz de la catástrofe, se creó el Consejo de Reconstrucción de San Juan, que impulsó la creación de un nuevo código de edificación, aplicable tanto a obras públicas como privadas. Este código, que introdujo estrictas normativas de seguridad sísmica, marcó un cambio histórico en la forma en que se planificaron y ejecutaron las construcciones en la provincia.

El desarrollo de técnicas de construcción más resistentes y la implementación de nuevas normativas fueron clave para reducir la vulnerabilidad de las edificaciones frente a futuros sismos. Como explicó Rodolfo García, director del INPRES (Instituto Nacional de Prevención Sísmica), el conocimiento sobre la ingeniería sísmica avanzó significativamente tras el terremoto de 1944, no solo en Argentina sino también a nivel mundial. La experiencia local y las lecciones aprendidas contribuyeron al perfeccionamiento de métodos de diseño y cálculo, fundamentales para la construcción de edificaciones más seguras.

La Resiliencia de San Juan: Tesoros que Perduran

El patrimonio arquitectónico de San Juan conserva varios ejemplos de la resiliencia de la ciudad ante la tragedia de 1944. Entre los más representativos se encuentran la Escuela Normal Sarmiento, construida con muros de hormigón armado y mayas de hierro, y el Colegio Nacional, que también resistió los embates del sismo gracias a su estructura combinada de mampostería de ladrillo y hormigón armado. Ambos edificios no solo sobrevivieron al terremoto, sino que, en el caso de la Escuela Normal, funcionaron como hospitales de campaña en la emergencia posterior.

En contraste, otros edificios históricos como la Casa Natal de Sarmiento, construida originalmente en adobe, sufrieron graves daños. Sin embargo, debido a su valor histórico, fue reconstruida y consolidada, preservando su identidad y convirtiéndose en un testimonio más de la capacidad de San Juan para renacer de la tragedia.

La Evolución del Conocimiento Sísmico en Argentina

El terremoto de 1944 no solo transformó la ciudad de San Juan, sino que también tuvo un impacto profundo en la forma en que Argentina entendió y abordó los riesgos sísmicos. A partir de este evento, el país comenzó a estudiar con mayor rigurosidad tanto el fenómeno natural de los terremotos como las características de las construcciones, lo que resultó en una mejora significativa de las normativas y prácticas de ingeniería.

Según García, el conocimiento sobre la prevención sísmica se basa en tres pilares fundamentales: la construcción de edificaciones seguras desde el punto de vista sísmico, la educación de la población sobre cómo actuar ante un sismo, y la elaboración de planes de contingencia. Estos pilares han evolucionado significativamente a lo largo de las décadas, y la respuesta ante futuros terremotos ha mejorado notablemente.

Lecciones de los Terremotos de 1944 y 1977

El terremoto de 1977, conocido como el “terremoto de Caucete”, reeditó el temor de 1944, aunque con resultados muy distintos. A pesar de que la magnitud fue similar, las consecuencias fueron menos devastadoras debido a las mejoras en las construcciones y la aplicación de las nuevas normativas de seguridad sísmica. En esta ocasión, las viviendas de las áreas rurales y alejadas fueron las más afectadas, mientras que en la ciudad de San Juan no se registraron víctimas fatales ni colapsos estructurales significativos.

Este contraste demuestra el progreso alcanzado en la ingeniería sísmica y la efectividad de las normativas implementadas después de 1944. A través de la mejora en el diseño y la construcción, y el conocimiento adquirido, San Juan ha logrado mitigar los riesgos sísmicos y adaptarse a su ubicación en una de las zonas más sísmicas de Argentina.

Conclusión

El terremoto de 1944 dejó una cicatriz profunda en San Juan y en la historia de Argentina, pero también fue el motor de un cambio fundamental en la manera en que la sociedad enfrenta los riesgos sísmicos. La resiliencia de la ciudad, reflejada en sus edificios más emblemáticos, y los avances en la ingeniería sísmica no solo han fortalecido a San Juan, sino que han servido como ejemplo para todo el país. Hoy, 81 años después, la ciudad continúa creciendo, con un legado que honra a quienes perdieron la vida en 1944 y a quienes trabajaron para construir una sociedad más segura y preparada ante los embates de la naturaleza.

Escuela Normal Superior Sarmiento
Casa Natal de Sarmiento

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas noticias