Desde hace varios días, un grupo de misioneros de la parroquia “San Juan Diego” en Villa Lugano, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ha llevado a cabo una misión en la Capilla San José Obrero, ubicada en Nueve de Julio, en la Diócesis de Santo Domingo. Esta actividad misionera, encabezada por el Padre Mario Micheli, ha sido una oportunidad única para compartir la fe y fortalecer los lazos con la comunidad. Ese vinculo ha logrado seis bautismos en pocos días.
La misión comenzó con una serie de actividades que incluyeron visitas a casas, peregrinaciones y momentos de oración y reflexión. La jornada también estuvo marcada por la celebración de misas y rosarios, y un taller dirigido tanto a niños como a adultos, con el objetivo de profundizar en la vivencia de la fe en la comunidad, contó el padre Mario Micheli a Cadena Nueve.
Uno de los momentos más destacados fue la celebración de bautismos, entre los cuales se encontraba el de Mateo, un joven de 11 años que decidió bautizarse tras un proceso personal de reflexión y acompañamiento por parte del grupo misionero. “Hoy es un día muy especial para mí y mi familia”, comentó Mateo antes de la ceremonia, expresando su nerviosismo y emoción ante el sacramento. La decisión de Mateo fue un acto de fe decidido por él mismo, ya que eligió bautizarse de adulto, en lugar de cuando era un bebe.
En esta ocasión, Mateo contó con el apoyo de su familia y los misioneros, quienes compartieron con él la alegría de este importante paso en su vida cristiana. “Estamos muy felices por su decisión”, comentó su madre, quien destacó la importancia de permitir que Mateo eligiera su momento para recibir el bautismo. “Es un regalo para nosotros como familia y también para la comunidad”, agregó, orgullosa de la decisión tomada por su hijo.
Ha sido uno de los seis bautismos y se trató del de mayor edad.
El Padre Mario Micheli, quien dirigió la misión, compartió con entusiasmo el impacto de esta experiencia. A lo largo de los días que han estado en Nueve de Julio, ha sido evidente el cariño y la receptividad de los vecinos, quienes han recibido con los brazos abiertos a los misioneros. “Nos hace bien compartir nuestra fe, y vemos que también a los vecinos les hace bien este encuentro”, dijo el sacerdote, quien recordó que la misión es también una oportunidad de enriquecer la propia fe y de compartirla para hacerla expansiva. “Lo trascendente de esta misión es poder compartir la fe, y ver cómo crece en cada uno de nosotros. La experiencia nos enriquece a todos”, comentó el Padre Mario Micheli, quien resaltó la importancia de salir al encuentro del otro y compartir esa alegría.
Agencia MTR