La convocatoria ha generado controversia, con apoyos y críticas provenientes de distintos sectores. Por un lado, algunos empresarios del sector portuario y logístico consideran que la privatización puede impulsar una mayor competitividad y desarrollo en la región.
Por otro lado, sindicatos y organizaciones sociales expresan preocupación por las posibles consecuencias en términos de tarifas, empleo y control de los recursos estratégicos. La licitación también se enmarca en un contexto de debate sobre la gestión de recursos naturales y el papel del Estado en la regulación de servicios clave estará ligado a la gestión y el mantenimiento de la vía. La licitación será llevada adelante por la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables y se recibirán las ofertas hasta el 29 de enero.
Hay dos empresas belgas, una holandesa y otra china interesadas.