El ingeniero Héctor Carta, recientemente, compartió un análisis sobre la necesidad de impulsar esquemas de producción agrícola más sostenibles, especialmente en el ámbito de la horticultura. A través de un enfoque que brindó en ‘Momento Campo’ en Despertate por Cadena Nueve y Máxima 89.9, prioriza el ingenio por encima del capital, Carta destacó la importancia de desarrollar cultivos en zonas rurales y periurbanas utilizando menos fertilizantes y apostando por alternativas innovadoras.
En un contexto donde, según Carta, muchas veces se asume que todas las soluciones dependen del dinero, la clave radica en la creatividad y la aplicación de nuevas tecnologías adaptadas a los desafíos actuales. “No todo pasa por la plata, las ideas pueden ser mucho más valiosas en términos de desarrollo local, y es urgente encontrar formas de fomentar actividades productivas que generen riqueza”, señaló.
El caso de la horticultura en el interior
En su intervención, el ingeniero recordó su experiencia en el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) de General Pico, La Pampa, donde pudo observar el trabajo de agricultores locales en invernáculos que optimizan el uso del suelo y permiten cultivos de alta calidad, incluso en zonas de clima extremo. “El cultivo bajo cubierta, con sistemas como los invernáculos o la hidroponía, no solo ha mejorado los rendimientos, sino que también ha logrado una dignificación del trabajo agrícola”, explicó.
Además, Carta destacó que localidades como General Pico y Trenel, en la provincia de La Pampa, son ejemplos de cómo el interior del país puede fortalecer su economía a través de la horticultura. “En esos pueblos han logrado que productos como la cebolla, lechuga, rúcula y acelga se produzcan localmente, lo que reduce los costos de transporte y aumenta la calidad del producto”, agregó. De acuerdo con cálculos ilustrativos, la producción de verduras de hoja podría representar una importante fuente de ahorro y de generación de ingresos. “Los consumidores gastan mucho dinero en estos productos que, si se cultivaran localmente, no solo abaratarían costos, sino que además evitarían la cadena de intermediarios”, comentó Carta.
Sostenibilidad y técnicas agroecológicas
Otro aspecto relevante que mencionó fue la posibilidad de cultivar de manera agroecológica, utilizando técnicas de control natural de plagas y reduciendo la dependencia de agroquímicos. “Los modelos de agricultura agroecológica no solo protegen el medio ambiente, sino que también preservan la calidad del suelo y fomentan una agricultura más responsable”, expresó. Sin embargo, reconoce que estos sistemas requieren un conocimiento especializado y el compromiso de los productores.
La importancia de la política en la transición productiva
El ingeniero Carta insistió en la necesidad de que la clase dirigente entienda la importancia de este tipo de actividades productivas para el desarrollo de los distritos. “El Estado debe ser un promotor activo de estas iniciativas, ayudando a los pequeños y medianos productores a acceder a las herramientas necesarias para desarrollar sus proyectos”, sostuvo. En su opinión, uno de los grandes desafíos para el futuro de la región es generar alternativas laborales para la juventud, dado que el campo tradicional está cada vez más mecanizado y exige menos mano de obra.
“Hoy en día, la tecnología está reemplazando muchas de las tareas manuales en el sector agropecuario. El trabajo rural ya no es el mismo que antes. Por eso, debemos pensar en proyectos que ofrezcan alternativas atractivas para la juventud, como la horticultura, que puede ser una salida no solo para los más jóvenes sino también para aquellos que están retornando al interior, como ocurre con muchos profesionales que han optado por el teletrabajo”, concluyó.
La importancia de un modelo de ordenamiento territorial
En este sentido, la Carta hizo un llamado a repensar el modelo productivo de la región en un marco de planificación integral, que incluye no solo las políticas agrícolas, sino también el ordenamiento territorial. Según su experiencia, la clave para lograr un desarrollo armónico en el interior pasa por diseñar políticas a medida, que respondan a las características y necesidades específicas de cada localidad. “Debemos pensar en cada pueblo como un espacio único, con su propio perfil productivo y social, que debe ser cuidadosamente planificado con la ayuda de expertos en diversas áreas”, remarcó.
En cuanto al uso de agroquímicos, mencionó la experiencia de San Nicolás, donde se ha implementado un sistema para evitar que las aplicaciones de pesticidas afecten a la población, considerando fenómenos climáticos como la inversión térmica. “La tecnología puede ayudar a mejorar las prácticas agrícolas y reducir los riesgos para la salud pública”, destacó.
Conclusión: Un futuro productivo para Nueve de Julio y la región
Carta concluyó su exposición subrayando que, para avanzar hacia un futuro más sostenible y económicamente viable, es fundamental que las autoridades locales y provinciales se involucren activamente en la promoción de actividades productivas alternativas. “La horticultura es una de las muchas opciones que pueden aportar a la economía regional, no solo por sus beneficios directos sino también por el impacto positivo que tiene en la calidad de vida de las comunidades”, dijo.
La propuesta de Carta es clara: si bien los desafíos son grandes, las oportunidades también lo son, y la clave está en generar un modelo de producción que combina el ingenio con el compromiso con el medio ambiente y las generaciones futuras.