En el marco del Día Mundial de la Mujer Rural, Graciela Pereyra, reconocida mujer rural y cocinera de la Estancia ‘La Cruz’ en El Fauzón, brindó una inspiradora entrevista en el programa radial Despertate de Cadena Nueve y Máxima 89.9. Con una vida dedicada al campo y a su familia, Graciela destaca la importancia de su labor en la huerta y el cuidado de gallinas, afirmando: “El día a día en el campo lo amo”.
A sus 54 años, Graciela comparte su pasión por el aprendizaje, que se reavivó después de la crianza de sus hijas: “Me recibí de psicóloga social, y ahora mi misión es ayudar a la mujer”, expresa con entusiasmo, resaltando su trabajo junto a Teresa Disavia en la promoción de oportunidades para las mujeres en el ámbito rural. Con un enfoque en la educación y la capacitación, Graciela destaca que ha realizado 32 cursos en diversas áreas, subrayando que “tenemos muchas cosas para hacer por delante”.
Sin embargo, la realidad del campo enfrenta desafíos. Graciela observa con preocupación la escasez de jóvenes dispuestos a residir y trabajar en zonas rurales. “La gente quiere venir en el día y volver a la ciudad por la noche. Con los jóvenes se hace difícil, hay muchas casas y puestos vacíos en los campos, es triste”, comenta.
Graciela también lidera junto al grupo de mujeres rurales, la campaña ‘Abrigadísimo’, que busca recolectar ropa y útiles escolares para escuelas rurales en situación de vulnerabilidad: “Los chicos y las maestras están muy contentos con la entrega”, asegura, y adelanta que el próximo año planean llevar talleres y capacitaciones que fomenten la autonomía económica de las mujeres rurales.
Para celebrar su labor y la de otras mujeres rurales, Graciela participará el 27 de octubre en el aniversario de Nueve de Julio, donde tendrá un stand para exhibir su trabajo como artesana. Con su historia, Graciela Pereyra se erige como un símbolo de resiliencia y empoderamiento en el mundo rural, inspirando a futuras generaciones a seguir sus pasiones y fortalecer su voz en la comunidad.
Agencia MTR
Mi mamá con 83 años y mi papá con 84 años viven y realizan actividades en el campo siendo propietarios del mismo. Se dedican a la cría de ganado bovino, porcino, aves y además apicultura. Están en la zona de La Niña y aman vivir en ese lugar. No queda gente mayor en los campos y es muy difícil encontrar jóvenes. Lamentablemente todo se va perdiendo.