La familia Franco marplatense, compuesta por Mariano y Laura, y sus hijos Juan Manuel, Facundo Eduardo y Joaquín Francisco – estos dos últimos llevan los nombres de Pironio-, visitó la Catedral de Nueve de Julio, como parte de una recorrida en todos los lugares que estuvieron vinculados con el Beato Cardenal Pironio, al viajar para conocer Nueve de Julio y sentirse cerca de su lugar de origen.
Es que se trata de quienes vivieron el milagro atribuido al Cardenal Eduardo Pironio hace 18 años, y que desde el Vaticano tras las certezas, el papa Francisco lo elevó a Beato.
En 2006, Juan, su hijo mayor, sufrió un grave episodio a los 15 meses, al aspirar purpurina, elemento tóxico y difícil de extraer de los pulmones. Estaba internado en el Hospital de Niños de Mar del Plata y el médico, Dr. Quiroga, no le daba chance de vida. En medio de la angustia, un sacerdote les entregó una estampa con el testamento espiritual de Pironio, lo que ascendió su fe y esperanza en la recuperación de su hijo. “A partir de que rezamos con fe, las cosas empezaron a funcionar y a salir bien”, relató Laura, la mamá del niño sanado, a Cadena Nueve. Fue en el marco de la peregrinación de ‘La Esperanza’ que se hace los 1 de diciembre impulsada por entonces el Obispo de esa ciudad, Eduardo Pironio.
Curiosamente, los protagonistas de este hecho milagroso, tienen en sus nombres un significado para considerar. La mamá Laura, que significa, triunfadora, papá Mariano, luchador, guerrero, Juan, fiel a Dios y el apellido Franco, autenticidad, transparencia.
Juan, ahora adolescente, habló sobre cómo vivió esa experiencia. “Siempre lo llevé de forma normal, como parte de mi vida. Pero al conocer la historia de Pironio, me di cuenta de lo especial que es para nuestra familia”, comentó. Su cercanía con la figura del Cardenal lo ha marcado profundamente, y es por ello que el sacerdote nuevejuliense es parte de la familia’.
Al llegar a la catedral, los recibió el párroco, padre Adolfo Petti y les explicó que la piedra bautismal de Pironio se luce cerca del altar junto a una imagen del Beato y les narró que Eduardo Francisco es el hijo 22 de Enriqueta desahuciada de tener más hijo tras un primer complicado parto.
Por su parte, el Obispo de la diócesis, Monseñor Ariel Torrado Mosconi, expresó su alegría al tener a la familia presente. “Es un honor recibirlos. La historia del Cardenal Pironio es una luz en momentos oscuros”, afirmó.
La familia Franco también compartió su felicidad por estar en el lugar donde Pironio fue bautizado y creció. Juan destacó: “Siempre tuvimos ganas de venir a 9 de Julio, conocer su historia y ver los lugares que marcaron su vida”.
Mariano, además de ser profesor de música, reveló que han compuesto una canción dedicada a la esperanza, que han interpretado en la beatificación de Pironio y en la Marcha de la Esperanza. “La música es nuestra forma de transmitir el mensaje de Pironio”, explicó.
El encuentro del cual participaron las pironianas Magui Díaz de Re, Mirta Pagin, María del Carmen González y Susana Ludueña, concluyó con una oración conjunta, reafirmando el compromiso de la comunidad de seguir difundiendo el legado de fe y esperanza que dejó el Cardenal Pironio. La familia Franco, rodeada de un grupo de pironianas y del Obispo, que agradeció la oportunidad de compartir su historia, recordando que la esperanza siempre debe estar presente en todos nosotros.
Así, la Catedral de Nueve de Julio fue testigo de la historia del hijo del milagro de Pironio.
Juan Franco, el sanado milagrosamente por Pironio ante los rezos de sus padres, visitó con sus hermanos también la ermita del parque San Martín.
Luego estuvieron en el Carmelo San José, lugar gestado por Pironio, y desde la Catedral, se dirigieron a la casa de Pironio en Yrigoyen y Avda. Pironio y luego al Santuario Nuestra Señora de de Fátima y Centro Pastoral. Luego almorzaron con el obispo Ariel Torrado Mosconi.
Y de ahi, estuvieron en el Monasterio de Los Toldos, para asistir al encuentro de la juventud.
Agencia MTR