Cada 11 de septiembre, en el país se conmemora el Día del Maestro en honor a Domingo Faustino Sarmiento, una figura crucial en la historia de la educación del país. Esta fecha recuerda la vida y el legado de Sarmiento, quien falleció en 1888, y celebra su incansable labor por el desarrollo educativo y social del país, impulsando la Educación libre para todos los habitantes.
Sarmiento, nacido el 15 de febrero de 1811 en San Juan, tuvo una infancia marcada por la pobreza, pero la educación recibida en las “Escuelas de la Patria” fundadas durante la Revolución de Mayo fue fundamental para su formación. Su experiencia educativa y sus múltiples roles como escritor, periodista y político lo llevaron a convertirse en un ferviente defensor de la educación pública. Sarmiento fue una figura central en la promulgación de la Ley 1420 de Educación Pública, establecida el 8 de julio de 1884 bajo la presidencia de Julio Argentino Roca. Esta ley fue pionera en la región al garantizar la educación primaria común, gratuita, obligatoria y laica, sentando las bases del sistema educativo nacional.
La celebración del Día del Maestro en Argentina no se instituyó inmediatamente tras la muerte de Sarmiento. Fue en 1943, durante la Primera Conferencia de Ministros y Directores de Educación de las Repúblicas Americanas en Panamá, cuando se propuso este homenaje. El reconocimiento formal llegó en 1945 con un decreto firmado por el entonces presidente de facto, Edelmiro Farrell, que extendió la conmemoración a todo el continente americano. Esta resolución destacaba no solo el legado de Sarmiento sino también la labor diaria de los maestros, subrayando su rol fundamental en la formación de los ciudadanos y en el desarrollo cultural y espiritual de los pueblos.
En este 2024, la celebración del Día del Maestro se da en un contexto complicado. La conmemoración ocurre en medio de un notable malestar gremial debido a las medidas del gobierno nacional, que incluyen un ajuste significativo de salarios frente a la alta inflación, la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y otras decisiones que afectan negativamente a la educación pública.
Las escuelas primarias y secundarias observan una jornada de asueto para honrar la fecha, pero el malestar entre los docentes es palpable.
Además, en el Colegio Nacional Buenos Aires, los docentes han decidido no entregar las calificaciones del segundo trimestre como una forma de protesta ante las condiciones actuales. Este acto refleja el descontento generalizado en el sector educativo, que siente que las recientes políticas del gobierno han deteriorado las condiciones de trabajo y la calidad de la educación.
Así, el Día del Maestro, aunque tradicionalmente es un momento para rendir homenaje a la figura de Sarmiento y a los educadores del país, también sirve este año como un punto focal para la discusión sobre los desafíos actuales en el sistema educativo y las demandas de mejora en las condiciones laborales de los maestros