Eficiencia sin precedentes
Lo que distingue a esta propuesta es su eficiencia. Según los cálculos de los científicos, esta técnica es 5.000 veces más efectiva que las estrategias anteriores. Las nanopartículas serían fabricadas utilizando materiales disponibles en Marte, lo que hace que la propuesta sea mucho más factible que las alternativas que dependían de recursos externos.
El estudio sugiere que la liberación de las nanopartículas a un ritmo de 30 litros por segundo podría empezar a calentar Marte en cuestión de meses, elevando las temperaturas promedio del planeta en más de 30 grados. Este calentamiento podría hacer posible el desarrollo de microorganismos y la cultivación de ciertos alimentos, además de favorecer el crecimiento de algas, que son esenciales para la producción de oxígeno.
Posibles desafíos y áreas de incertidumbre
A pesar de la promesa que ofrece este enfoque, aún hay varios puntos por resolver. Aunque un aumento de 30 grados es significativo, Marte sigue siendo un planeta extremadamente frío con una temperatura promedio de -60 °C. Esto significa que, aunque el calentamiento podría permitir la existencia de formas de vida microbiana, aún no haría el planeta habitable para los humanos sin una atmósfera respirable.
Además, los investigadores aún deben determinar cómo se reciclarán las nanopartículas en la atmósfera marciana. Existe la posibilidad de que, a medida que Marte se calienta, el agua en la atmósfera comience a condensarse alrededor de las partículas metálicas y caiga nuevamente a la superficie en forma de lluvia.
Fuente: Meteored