“Siempre escribí, desde chiquita y luego, de adolescente. Fui dejando por el trabajo y la vida, pero una vez que finalice mi carrera docente sentí una fuerza interior que gritaba la necesidad de escribir”, sostiene Marisa Chela al respecto de las idas y vueltas con la escritura, al mismo tiempo resalta que se jubiló en tiempo y forma, para iniciarse profesionalmente en el camino de la escritura.
Según lo explica en Despertate, su objetivo con la escritura siempre tuvo que ver con participar en concursos y ser reconocida por sus textos, por lo cual día a día trabaja para que suceda.
Marisa Chela comenzó su camino en la escritura desde joven, aunque tuvo que interrumpirlo debido a sus responsabilidades como docente y directora de escuela. Sin embargo, al acercarse el final de su carrera, sintió una fuerte necesidad de retomar la escritura, reconociendo que siempre había tenido un don que ahora estaba listo para desarrollar. Tras su jubilación, se dedicó plenamente a la escritura y al taller literario, encontrando en ello una nueva fuente de vitalidad.
En el transcurso de su carrera, Marisa ha sido galardonada en diversos concursos, lo que le ha brindado una gran satisfacción personal. Recientemente, sus microrelatos y poesía fueron seleccionados para una antología publicada por la Editorial Seres, y también ha tenido éxito con su libro sobre la historia familiar de los abuelos, el cual fue premiado en México y está en formato virtual, con planes de publicación en papel.
Durante el diálogo Marisa Chela, abordó la experiencia como jurado del reciente concurso literario para niños, donde evaluó 130 trabajos del tema ‘El cooperativismo y el cuidado del medio ambiente’.
La convecina de La Niña, destacó la dificultad y la importancia de esta tarea, así como el compromiso y la creatividad de los jóvenes participantes. Marisa también reflexionó sobre el significado del arraigo en las historias presentadas por los niños, señalando cómo este sentido de pertenencia y conexión con el entorno es una parte esencial de sus relatos.
Además, la impulsora de talleres de escrituras señaló que se realizan semanalmente, donde trabaja con adolescentes y adultos. Ella valora la permanencia de sus alumnos en el taller, y celebra el éxito de algunos de ellos, como Omar Ruiz, quien publicó su libro tras años de dedicación.
Durante la conversación, también se abordó el tema de revitalizar el concurso Enrique Cattani, un certamen literario de gran relevancia en la comunidad que ha sido poco activo en los últimos años. Marisa abogó por la necesidad de espacios de encuentro para escritores locales, donde puedan compartir sus obras y experiencias, y destacó la importancia de fomentar la escritura desde una edad temprana en las escuelas.