Luis Ángel Firpo, conocido mundialmente como el Toro de las Pampas, dejó una huella imborrable en la historia del boxeo y más allá. Nacido en Junín, provincia de Buenos Aires, en octubre de 1894, su vida estuvo marcada por la valentía, el coraje y el talento deportivo.
Su ascenso al estrellato comenzó de manera inesperada, cuando sus habilidades como boxeador fueron descubiertas tras un intento de asalto. Firpo, que trabajaba como cobrador en una fábrica de ladrillos refractarios, demostró su destreza al dejar fuera de combate a dos de los tres asaltantes con apenas un par de golpes.
Félix Bunge, dueño de la fábrica, reconoció el potencial de Firpo y le brindó el apoyo necesario para que iniciara su carrera como boxeador profesional. Lo que siguió fue una trayectoria impresionante, con 31 victorias, 4 derrotas y 26 knock outs, enfrentándose a destacados rivales como Harry Wills, Bill Brennan y Jess Willard.
El momento más emblemático de su carrera llegó el 14 de septiembre de 1923, cuando protagonizó la “pelea del siglo” contra Jack Dempsey, el campeón de todos los pesos, en el Polo Grounds de Nueva York. A pesar de no ganar el combate, Firpo dejó una marca imborrable al sacar a Dempsey del ring con un poderoso derechazo, un momento épico que quedó inmortalizado en la historia del deporte y que inspiró obras artísticas y literarias.
La relación de Firpo con el arte y la cultura trascendió el ámbito del boxeo. La pintura “Dempsey and Firpo” de George Wesley Bellows, expuesta en el Museo Whitney de Arte Americano de Nueva York, inmortalizó aquel instante mágico. Además, la serie animada Los Simpsons y la novela “Segundos afuera” de Martín Kohan rindieron homenaje a su legado.
Su vida también estuvo ligada al cine, con películas como “Nace un campeón” y “La caída de un ídolo” que recrearon su historia y la famosa pelea contra Dempsey. Firpo se retiró en 1936, pero siguió siendo un promotor del boxeo y un ícono en su la pampa húmeda.
Su amistad con Carlos Gardel, el legendario cantante de tango, añadió otro capítulo fascinante a su historia. Firpo fue un espectador entusiasta de los conciertos de Gardel y el cantante le dedicó una de sus interpretaciones en una memorable noche en Junín.
El legado de Luis Ángel Firpo perdura hasta hoy. En 1980, fue honrado con el Premio Konex como uno de los mejores boxeadores de la historia, y en 2023, fue incluido en el Salón de la Fama Internacional del Boxeo en Canastota como una de las “Viejas Glorias”.
Sus emprendimientos en la provincia bonaerense lo llevaron a comprar campo en cercanías de Carlos Casares, siendo la firma Enrique E. Meiller S.A., de ferias ganaderas, una referente para la adquirió de ganado vacuna. El empresa con raíz en Facundo Quiroga, entre las siete ferias semanales que tenía en marcha, una era en la localidad de Smith. Hasta ahí iba Luis Firpo a comprar o vender su vacas o novillos que criaba.
Sus restos descansan en el Cementerio de La Recoleta, donde cada año miles de admiradores del boxeo lo visitan para rendirle homenaje a este héroe argentino que conquistó el mundo con su valentía y su pasión por el deporte.