El último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) del Ministerio de Salud de la Nación informó que desde la Semana Epidemiológica (SE) 31/2023 hasta la SE 14/2024 se han registrado 269,678 casos de dengue en términos acumulados, de los cuales 90% son autóctonos, 7% están en investigación y 3% son importados. De estos casos, 252,566 corresponden específicamente al año 2024. La incidencia acumulada hasta el momento para la temporada es de 573 casos cada cien mil habitantes. Además, se han clasificado 643 casos como dengue grave (0,2%) y se han registrado 197 casos fallecidos, lo que indica una letalidad hasta el momento del 0,07%.
Se observó un descenso en el registro de casos en la última semana sistematizada, la SE 14. Este descenso representa un cambio significativo, ya que desde la SE50/2023 se había registrado un aumento constante de casos hasta la SE12/2024.
Comparando con temporadas epidémicas anteriores, la actual temporada de dengue presenta características específicas, como una mayor magnitud en comparación con temporadas previas, una circulación viral persistente en la región NEA y un adelantamiento del aumento estacional respecto a años anteriores. La región Centro concentra el 58% de los casos hasta el momento, seguida por las regiones NEA y NOA.
En cuanto a la distribución por edad y sexo, se observa que el 55% de los casos registrados son en personas de sexo femenino y el 45% en personas de sexo masculino. La mayor incidencia y número de casos se encuentra en personas de entre 20 y 39 años, mientras que la incidencia más baja se registra en menores de 10 años y mayores de 70 años.
Hasta el momento, se han identificado tres serotipos circulando en el país, con predominio del serotipo DEN-2, seguido de DEN-1, y algunos pocos casos de DEN-3.
El dengue se manifiesta en tres fases: febril, crítica y de recuperación. Durante la fase febril, se recomienda reposo, hidratación y no automedicarse. En la fase crítica, se pueden manifestar síntomas graves, y se aconseja acudir al médico si se presentan problemas gastrointestinales, inflamación del hígado, sangrado de mucosas, irritabilidad o somnolencia. En la fase de recuperación, los síntomas disminuyen y se mejora el estado general de la persona.
Es fundamental seguir las recomendaciones de prevención y cuidado para evitar la propagación del dengue, incluyendo el control de los criaderos de mosquitos y la protección personal contra picaduras.