El pueblo bonaerense tiene una rica historia y una identidad cultural fuertemente arraigada. No hay paisano que no sienta orgullo de su provincia. A pesar de esto, enfrenta desafíos importantes en materia de federalismo y autonomía municipal que, desde 1820, aún no ha resuelto.
La provincia tiene una limitada práctica del federalismo, con una desigual distribución de recursos y poder económico entre el interior y las zonas urbanas más desarrolladas. A pesar de que un sistema federal crea las condiciones para el equilibrio y armonía entre regiones, en la práctica bonaerense no parece cumplirse. El gobierno platense es el principal beneficiario del Producto Bruto Geográfico, que termina generando una brecha importante en las condiciones económicas y sociales entre los 135 municipios, en particular por la discrecionalidad con que reparte los recursos.
Otro de los obstáculos, es la omisión a la Autonomía Municipal reconocida por el art. 123 de la Constitución Nacional. Las funciones de los municipios son muy limitadas y se rigen por un Decreto militar, el 6769 de 1958, lo que genera problemas importantes en la gestión del territorio y en la solución de los problemas de la gente. Además, la falta de reconocimiento de las Cartas Orgánicas municipales impide que los vecinos organizados, tengan una participación activa en la colaboración y cooperación en las tomas de decisiones del Intendente, quien planifica el futuro de la comuna.
Al mismo tiempo, la falta de federalismo y autonomía comunal limitan la adopción de políticas económicas regionalistas, para fomentar el desarrollo local y reducir la brecha de desigualdad entre las distintas regiones de la provincia. Un gobierno federal, con autonomías plena y trabajando en un esquema regional, realizaría la descentralización política y económica, el fortalecimiento de la identidad regional, la diversificación productiva y la integración económica entre las distintas regiones. Al mismo tiempo, traería uno de los más importantes beneficios: que los jóvenes no se vayan de sus pueblos, generando nuevas oportunidades de trabajo y progreso.
Las regiones económicas son formas de descentralización y autogestión de los Municipios integrados a un federalismo intermunicipal, y que podrían organizarse en una confederación de federaciones municipales. Es decir, agrupaciones municipales formadas entre las distintas regiones de la provincia, con el objetivo de representar y fortalecer los intereses de la propia región en la política provincial.
Regionalizar en un marco federal, puede lograr una mayor y mejor producción alimentaria, porque fomentaría la diversidad en la producción agrícola y ganadera en cada región. Para ello, es necesario conocer las características de cada territorio para que los productores puedan aprovechar al máximo los recursos naturales y humanos disponibles. Logrando un mayor desarrollo económico regional, sumando cadenas de valor y, a los productores tener mayores oportunidades de rentabilidad.
Esto llevaría a más inversiones en infraestructura en caminos como de transporte, especialmente aeródromos y ferrocarriles, mejoras en las redes de comunicaciones, servicios de internet y telefonía móvil. Las regiones, y sus municipios, se beneficiarían con la adopción de tecnologías de agricultura de precisión, como sensores de suelo y monitoreo satelital, entre otros.
Por último, se promovería la creación de cooperativas y asociaciones de productores que permitan una mayor coordinación y optimización de los recursos, y la inversión en la transformación y procesamiento de alimentos, generando empleos y diversificación de la economía.
Para lograr una verdadera autonomía y descentralización política y económica, es fundamental que los gobernadores, junto a Senadores y Diputados, trabajen para mejorar las condiciones de vida de sus paisanos, fomentando el desarrollo económico y protegiendo la identidad cultural de sus regiones. Si no se cumple con esta tarea, no sólo se verá comprometido el futuro de los bonaerenses, también se corre el riesgo de una mayor centralización del gobierno platense y a la pérdida de libertades individuales y políticas.
En conclusión, hay que poner en discusión política la cuestión del federalismo y el regionalismo para desarrollar cada región de manera autónoma, preservando y promoviendo todo lo que nos identifica como bonaerenses. Un sistema municipal autónomo conseguiría un mayor control local sobre el desarrollo comunal, evitando la concentración del poder y la riqueza en el gobierno central o en las grandes ciudades. Es fundamental trabajar para mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo, fomentando el desarrollo económico y protegiendo la identidad cultural de sus regiones.