En lo que refiere a fiebre chikungunya, se detectaron, hasta el momento, 1092 casos de los cuales 647 adquirieron la infección en el país, 171 se encuentran en investigación y 274 adquirieron la enfermedad en el exterior.
Al momento, la circulación de este virus, se confirió en diferentes localidades de ocho provincias: Ciudad de Buenos Aires y provincia, Chaco, Córdoba, Corrientes, Formosa, Santa Fe y Salta.
El dengue, es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito del género Aedes, principalmente por Aedes aegypti, y cuando este se alimenta con sangre de una persona infectada por el virus dengue, lo adquiere.
Luego de 8 a 12 días, el mosquito es capaz de transmitir lo a una persona sana a través de su picadura.
La fiebre chikungunya, también una enfermedad viral que, al igual que el dengue, es transmitida por la picadura de mosquitos Aedes infectados y también puede transmitirse de la madre al hijo en el período perinatal.
En lo que respecta a la sintomatología del dengue, se presentan cuadros febriles, acompañados de uno o más de los siguientes síntomas: dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones, náuseas y vómitos, cansancio intenso, aparición de manchas en la piel y picazón, sangrado de nariz y encías.
Ante un diagnóstico de dengue, es preciso seguir las indicaciones del personal de salud y asistir a las consultas de seguimiento y control.
Si al momento de disminuir la fiebre o en los días posteriores, alguno de los síntomas se agudiza, reaparece o se detectan otros nuevos, tales como dificultad para respirar, dolor abdominal intenso, sangrado profuso de mucosas, irritabilidad a somnolencia, vómitos recurrentes, se recomienda realizar una consulta médica inmediata.
Por su parte, los síntomas de la fiebre chikungunya comienzan de 3 a 7 días después de la picadura del mosquito y el síntoma más común, es la aparición repentina de fiebre, a menudo acompañada de dolor en las articulaciones.
La medida de prevención más importante de dengue y chikungunya, es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, que pueden ser todos los recipientes que contengan agua, tanto en el interior de las viviendas como en sus alrededores, baldes, palanganas, tambores, portamacetas, bebederos, botellas retornables.
Si los recipientes no pueden quitarse, porque se usan de modo frecuente, se deben tapar tanques, aljibes o cisternas o procurar que no acumulen agua, dándolos vuelta, vaciándolos y cepillándolos frecuentemente, porque los huevos del mosquito se adhieren a las paredes de recipientes.
También, es recomendable colocar tela de mosquitos en las rejillas de desagües.
Asimismo, se recomienda utilizar repelente siguiendo siempre las indicaciones del envase, ropa de manga larga, colores claros y colocar redes o tules sobre cunas y cochecitos, debido a que los lactantes no pueden usar repelentes.