En la madrugada del tercer día del mes de enero, mientras se cumplen 190 años de la ocupación inglesa en Malvinas, la calle Hipólito Yrigoyen en pleno centro de Nueve de Julio es ocupada por jóvenes mayores de edad que la convierten en la pista del papy fútbol.
Irrumpen en la noche serena y de agradable temperatura, bajan de autos o se desplazan caminando o motos. Sacan una pelota de fútbol nº 5 y comienza el juego. No importa si algún pelotazo impacta en los edificios linderos. Tampoco si pasa una moto, que de hecho algunas lo hacen a gran velocidad, esquivando el grupo de ‘deportistas’ y con escape liberado, ausencia de luces, patente y casco. Paran cuando lo hace algún automóvil.
Esta madrugada lo hicieron dos grupos. Uno hasta pasada las 4 de la noche serena, y seguidamente lo hizo el segundo, que se fue ante las fotos y video, cerca de las 4.45hs.. Como si se turnasen, al igual que en un torneo de papy fútbol que se juega en el mismo escenario.
Vecinos han alertado al 911 de la conducta impropia y no tienen respuesta. No obstante han observado que mientras los picaditos se juegan en plena calle, han pasados patrulleros por Avda. San Martín y por Avda. Mitre, dejando hacer. Todo era observado por cámaras del Centro de Monitoreo.
La calle es un espacio abierto y de tránsito, tanto vehicular como peatonal ya que está integrada por la vereda y por la cinta asfáltica perfectamente demarcada como vía de circulación vehicular, incluidas bicicletas y monopatines, además de motos, autos, camionetas, combis y todo vehículo a propulsión.
Es de sentido común y por su naturaleza, cuales son las acciones permitidas tanto en veredas como en la arteria pavimentada para el tránsito, no peatonal. El más común de los sentidos es vulnerado, y es tal la desnaturalización que hay que explicar lo incorrecto a riesgos de atropellos.
Cuando se modifica su esencia y se toleran otras actividades como jugar al fútbol, también podría ser usada para la práctica del hockey, el tenis y algún otro deporte, pero cuando no es advertido por quienes tienen que resguardar la seguridad de bienes y personas se puede llegar a convertir al centro de Nueve de Julio, en fomento del turismo-deportes en calles de la ciudad, con consecuencias impensadas.
Una conducta impropia e improcedente se vivió en los festejos del mundial cuando se nadaba en la fuente de la plaza. Hace menos de un mes.
Otro comportamiento similar comienza a observarse en pleno centro frente a plaza Belgrano a menos de 50 metros de la fuente referida y de madrugada. Tampoco hay límites.
Si se producía una descarga eléctrica en el espejo de agua que hace al paseo público de plaza Belgrano y hubiese ocasionado algún daño en la salud de quienes se divertían, quien era el responsable?.
Si se rompe una puerta, ventana o vidrio de un pelotazo de algún edificio de Hipólito Yrigoyen al 900, quien es el garante que responde?.
Que no se concrete ya que el sistema jurisdiccional se pondrá en marcha con acciones judiciales varias y esa no es la finalidad ni la naturaleza de una conducta que no mide riesgos, pensando en la diversión. Pero habrá escándalo!… el que podrá evitarse, si se hace lo correcto.
Y eso ocurre en pleno centro a pesar del “eficiente’ monitoreo de las cámaras municipales.
Resumiendo, municipio y policía en ‘piloto automático “, realmente lamentable !!!