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Durante todo el año, instituciones comprometidas en lo rural realizaron charlas de interés para el hombre de campo. Entre Social Rural nuevejuliense y entidades como el INTA distrital, el Círculo de Ingenieros Agrónomos y Regional Aapresid, se dieron diferentes encuentros que culminaron este miércoles en la sede de la entidad ruralista. Con la convocatoria del periodista agropecuario Matías Longoni finalizó el ciclo.
“La última charla del año salimos un poco de lo técnico y vamos a algo motivador”, explicó el presidente de la Sociedad Rural Fernando Mato, “pensamos que Matias (Longoni) podía cerrar perfectamente este año”. Longoni, está especializado en agro desde el año 1993 y la propuesta de ‘Ser productor en Argentina ¿un maleficio o una bendición?’ fue un tema altamente convocante.
“Fernando (Mato) me dijo hay que reflexionar y me pareció muy pertinente el título”, estipuló el periodista. Longoni cree que el agro tiene que analizar cómo le habla al resto de la sociedad. Opinó que a veces los tonos que envuelven a los diálogos del campo parecen ser una desgracia, aunque también, despierta “cierta envidia de un montón de situaciones, no solo la posibilidad económica y de progreso que te da el sector, de mirar el sol y el horizonte es una cosa anhelada ya para muchos”, dijo a Cadena Nueve.
A partir de los gestos que la Sociedad Rural 9 de Julio tuvo con la comunidad, el periodista agropecuario señaló que muy pocos sectores -como el agro- tienen la posibilidad de vincularse con sus comunidades y sostener el arraigo. “Hay un puente que reconstruir que ha sido destruido por mucha ‘mala política’, en términos de una política que se beneficia más del enfrentamiento que del consenso, hay una tarea por delante y el esfuerzo va a tener premio”, resaltó para Cadena Nueve.
El hombre de prensa destacó que hay que eliminar los pre conceptos, ya que las entidades que nuclean al hombre de campo dan mucho en cada localización, y desde el arraigo – el campo no se lo pueden llevar a ninguna parte – fomentar las posibilidades que da el sector.
Longoni conto que su familia debió emigrar a Perú por razones políticas. Su padre arquitecto de La Plata, por ser peronista fue perseguido por peronistas de la Triple A y se fue a Perú, y a su regreso con la llegada de la Democracia, se radicó en el barrio de Saavedra. El nada sabía de campo y sufrió el arraigo, primero en Lima luego al dejar definitivamente La Plata, donde desde un jiño de Estudiantes ahora es de Platense.
Reflexionó que se puede ser peronista – como él – y entender las bondades del sector del cual escribe y habla como periodista al que descubrió cuando se le propuso que sea el encargado de esas crónicas para la agencia Telam, ya que quien lo hacía se jubilaba y él recién empezaba.
Desde sus vivencias propone que la erradicación de prejuicios es esencial, ya que ser productor rural es una bendición que debe ser considerada por sus beneficios y cultura del arraigo en cada lugar.