El brindis es parte del ritual de una celebración como la llegada de un nuevo año.
Hay tres aspectos relevantes de ese acto trascendente o protocolo, cargado de afecto, amor, cariño y comprensión.
Tras chocar las copas, aflora la palabra ‘salud’ lo que lleva implícito, amistad, buena voluntad, suerte y prosperidad. Y el tercer punto de esa misma secuencia es beber el primer trago, como sello de reciprocidad y adhesión a esa expresión: Salud!
Al igual que en el inicio del año que termina, la palabra salud adquiere una fuerza y un esplendor que se redimensiona, a la hora de la pandemia.
Es que llegar a recibir el nuevo año de manera saludable, desde lo físico y espiritual, aunque con algunos achaques o dificultades, pero vivos, ante el dolor y sufrimiento de familias que han perdido a seres queridos por el flagelo universal, convoca a aceptar decir salud! con nobleza y entereza.
En la antigüedad, en Grecia, el brindis era un acto de buena confianza, ya que se usaban en las ceremonias y el beber para envenenar. Que el anfitrión, lo hiciera antes de los comensales, significaba un acto de buena fe, por lo cual empezaban a chocar las copas los unos con los otros. Esto era un acto de buena confianza.
El decir la palabra “salud”, es tan antiguo como el mismo acto de chocar las copas. Incluso, Homero refiere a ello en “La Ilíada y la Odisea”. De ésta obra se extraen tres interpretaciones.
La primera de ellas viene por parte del propio autor del libro, Homero. De acuerdo con el escritor, la palabra “salud” era un símbolo de amistad, buena voluntad, suerte y prosperidad. El ritual culminaba cuando todos los invitados bebían, tras haberla alzado, de la misma copa.
Una segunda interpretación viene por parte de los dioses. Algunas obras mencionan que los antiguos romanos expresaban “salud” al brindar como símbolo de respeto a los dioses; amigos y amantes.
La última teoría elude al toast —expresión francesa que hace referencia al brindis—. El periodista español Jesús Castro y Serrano ha mencionado que el origen gastronómico de la palabra “salud” se dio como un acto de superstición. Castro y Serrano relata que los comensales alzaban sus copas y exclamaban “salud” para así conservar el buen estado físico.
La teoría con origen de la antigua Grecia no es la única que se encuentra tras el brindis. Otra, menciona que el acto de chocar las copas los unos con otros es para ahuyentar los malos espíritus de las bebidas. También se asocia a la acción como una ofrenda a los dioses para procurar la buena salud y fortuna.
Las lecturas son muchas, pero lo que sí es cierto es que desde el año 1700 el brindis es un acto de respeto, acercamiento, confraternidad y amistad.
Desde esa fecha, hasta nuestros días, se dedican unas palabras al agasajado, por lo general con copa alzada. Al culminar el pequeño discurso, las copas suenan al unísono en señal de regocijo y aprobación.
Que en este año que se inicia, junto a los mejores deseos personales, sumemos uno colectivo, pidiéndole al Señor que nos libre de la pandemia, para seguir diciendo Salud!, en todas las acepciones de la palabra!… Y Feliz 2022!