Desde el año 2003, el 14 de diciembre se celebra el Día Mundial del Mono, una fecha de la que se desconoce a ciencia cierta sus orígenes, pero parece que parte de su popularidad se debe a los estudiantes de la Universidad de Michigan, que tomaron la fecha y la convirtieron en todo un evento artístico con exposiciones de esculturas, pinturas y hasta fiestas temáticas en honor a todos los seres simiescos, no solo los monos.
En la actualidad existen cerca de 260 especies de monos dispersas por todo el planeta. De este total, 25 se encuentran en grave peligro de extinción. Entre los tipos de monos que se encuentran en alerta de desaparición están: el lémur negro de ojos azules, el gorila oriental de planicie o llanura, el mono de Dollman, el mono araña, el Gálago de Rondo y el Mono Capuchino.
En relación a esta fecha el domingo 5 de diciembre, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fue rescatado un mono, Simón, a quien se lo rebautizó Coco, de una departamento en el barrio de Belgrano R, encerrado en un placar, sin agua ni alimentos.
Las principales causas del peligro de extinción de varias especies de mono, son los cazadores furtivos del mercado negro, que pueden comercializar estos animales por una cantidad de dinero equivalente al precio de 10 fusiles AK-47 y, en algunos casos, hasta obtener las armas a cambio del primate.
Por esta razón, varias organizaciones medioambientales utilizan este día como plataforma, para propagar un mensaje que abogue por el cuidado, respeto y un mejor estilo de vida para los monos de todo el mundo.
El primer dato curioso que nos llama la atención es que los monos comparten con nosotros entre un 94% y 95% de los mismos genes, así que los seres humanos estamos muy cerca de ser monos.
Quizás es lo que se buscó evidenciar en la película “El planeta de los simios“. Pero este no es el único dato que acerca a los monos hacia sus primos lejanos los hombres, también están los siguientes:
- Sonríen como nosotros: Según estudios científicos, los monos tienen la capacidad de sonreír sin emitir ningún tipo de ruido alguno y también se pueden carcajear como lo hacemos los humanos.
- Pueden comunicarse: Son muchas las películas, series y estudios científicos que han comprobado que todos los simios del mundo están en capacidad de aprender el lenguaje de signos, pero además, todos se logran comunicar a su manera.
- Depresión: Estos animalitos son capaces de deprimirse, sentir mucha tristeza y hasta en ocasiones morir de amor.
- Desaprobación: Los chimpancés pigmeos son capaces de mover la cabeza en un gesto de desaprobación y hasta regañar a sus hijos por un determinado comportamiento.