El Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció la puesta en marcha del programa de Acompañamiento a las Trayectorias y Revinculación de estudiantes (ATR).
La iniciativa propone que docentes suplentes y en formación den clases, a domicilio, a estudiantes que requieren apoyo pedagógico.
La presentación del ATR se realizó con la presencia de Nicolas Trotta, el Ministro de Educación de la Nación, quien un mes atrás sostuvo que “no es el momento para regresar a clases en las escuelas.”
La contradicción de Trotta puede servir para explicar la idea del Gobierno bonaerense, ya que el programa ATR no tiene como fin la vuelta a las clases en el espacio escolar sino que busca que las casas se conviertan en aulas.
La Educación no es solo transmitir conocimientos. Las escuelas son instituciones fundamentales para que los alumnos puedan relacionarse con sus pares y desarrollen herramientas sociales que los acompañarán durante su vida.
La iniciativa del gobierno provincial sostiene que las “horas de clases”, impartidas por quienes cursan estudios terciarios, en los hogares particulares de los alumnos con deserción escolar o dificultad pedagógica se llevarán adelante cumpliendo “estrictos protocolos” para evitar el contagio. Sin embargo, ¿existe un mejor lugar que las escuelas para garantizar el cumplimiento de protocolos, higiene y sanidad? ¿En manos de quién quedará la tarea de supervisar cómo se desarrollará esta práctica? ¿Por qué una familia debe aceptar que un desconocido ingrese a su hogar?
Las familias bonaerenses merecen una explicación contundente a las dudas que genera la propuesta. Un programa que pretende ser una solución a los innumerables emergentes consecuencia del aislamiento social educativo que ya lleva 7 meses.
El gobierno de la Provincia adoptó la estrategia de postergar los debates sobre todos los temas que nos afectan y reemplazarlos con parches tapando problemáticas sin enfrentarlas.
Es tiempo de empezar a pensar el retorno a espacios de encuentro cuidados, contenidos y fructíferos con protocolos establecidos y personas destinadas a controlar su aplicación.
Los alumnos y sus familias están siendo rehenes y víctimas del contexto, pero también de la quietud, ineficiencia y dilación de medidas excepcionales.
Debatir, legislar y resolver integralmente los temas que inquietan a los habitantes de la Provincia de Buenos Aires, es hoy, es ahora y es para salvar el futuro.
*Legisladora bonaerense con mandato vigente en la Cámara de Senadores