La producción de leche cerró el primer trimestre del 2020 con un alza de casi el 10%. Más producción, a priori, debería reflejar un dato positivo, que podría, por ejemplo, traducirse en mayores exportaciones. Pero dadas las circunstancias tanto locales como internacionales, con el Coronavirus de por medio, no parece poner contento a ninguno en el sector lácteo. Por el contrario, la incertidumbre reina. Y más entre las pymes, que con la fuerte caída del consumo que se pronostica, y que ya se vive, son las que enfrentan los mayores desafíos. El principal: pagar los sueldos de abril. Es cierto que algunas con mayor espalda podrán sortear el momento, pero otras deberán hacer malabares. “Estamos atravesando grandes dificultades en el aspecto financiero. La mayoría de las pymes no logran acceder a préstamos, ni a los últimos que anunció el Banco Central del 24%. El cierre de bancos complicó el tránsito de los cheques y la cadena de pagos está casi quebrada. Ante ello se procura más flexibilidad a partir de esta semana. |