San Juan es una de las 23 provincias en las cuales está dividido el territorio nacional. Hace 93 años se daba por concluida una de las renovaciones más importantes de la Constitución Provincial. En ella, se concretaba para San Juan lo que en años anteriores otras provincias habían sido sólo ensayado: el voto femenino.
Fue durante el gobierno del Dr. Aldo Cantoni (1926-1928). Cuando llegó a la gobernación, se propuso ampliar los derechos de los ciudadanos y uno de sus objetivos para llevar a cabo esto fue apuntar a la base electoral incorporando a las mujeres al sufragio de tal manera que pudieran elegir autoridades, como también, ser elegidas para desempeñar cargos públicos sin barreras legales ni educacionales. De esta manera, la Constitución de la Provincia de San Juan, además de ampliar sus ofrecimientos a la contención de los más desfavorecidos a través de una amplia cobertura social, otorgó a la mujer el libre acceso a la actividad política y a la posibilidad de sufragio.
Una de sus consecuencias fue que la mujer pudo tener un mayor acceso a la educación, capacitándose a la par del hombre para intervenir en las decisiones trascendentales de la vida social de su Provincia. Si bien antes del derecho al sufragio ya existían en la provincia grupos de mujeres que se manifestaban y actuaban en agitaciones electorales y convocatorias políticas, se formaron clubes y comités donde se entablaban acalorados debates sobre la realidad social y diálogos que buscaban la mejor forma de obtener soluciones a las necesidades de los comprovincianos.
Fue así, como el 08 de abril de 1928 las mujeres sanjuaninas votaron –por primera vez en todo el país– en elecciones de Diputados y Concejales, concurriendo a las urnas un 98% de todas las empadronadas.
El voto femenino fue un esencial avance en cuanto a derechos cívicos, sin dudas, muy importante; pero no dejó de estar enmarcado en las concepciones patriarcales de la época.