Unos pocos medios se hicieron eco del desastre ambiental ocurrido en Mercedes, Buenos Aires, con la explosión y posterior incendio de la planta de agrotóxicos SIGMA AGRO. El hecho ocurrió el día 27 de septiembre , pero se conoció días después y por la muerte de Ruben Ponce, de 43 años, con la mitad de su cuerpo quemado al caer en un pozo de desechos químicos, intentando salvar del fuego una maquinaria. Una muerte horrible en un rio de biocidas, derivado tardíamente al Instituto del Quemado en CABA, falleció el día 3 de octubre. Sin embargo desde la Justicia, el Fiscal Dr Luis Carcagno manifestó que: “…respecto del humo que emanó por el incendio de la planta y que fué de de gran preocupación en la zona , respondería a la quema de biodiesel y la combustión de plásticos en el lugar. En principio, las autoridades que concurrieron al lugar descartaron un impacto en la salud” …todos fueron médicos y científicos por un día.Todos estuvieron expuestos, pero ni el Fiscal sabe a que peligros. De otra manera no debió declarar esa frase.
Silencio y ocultamiento
Los medios mercedinos publicaron algunas tibias líneas a lo que titularon un “incendio”, dejando ver al lector que no debería preocuparse, porque ocurrió en La Verde, a escasos 5 km del ejido urbano. Todos respiraron el olor fuerte a veneno, y el humo tóxico que por horas invadió la zona. Salvo excepciones, como el medio DatoPosta, el 3 de octubre publicó la nota :“Investigan si hubo negligencia de parte de la empresa en el incendio de La Verde”. La editorial relata que se inició una investigación “para determinar si existieron negligencias o la comisión de delitos de acción pública, y que se iniciaron actuaciones por ante la Unidad Funcional de Instrucción Nº 6 del Departamento Judicial Mercedes, a cargo del Dr Luis Carcagno, con la intervención del Juzgado de Garantías Nº 3 Departamental”… algunos presentes fueron “entrevistados” por dos asistentes del Fiscal en el lugar, pero ninguno de ellos pertenece a la Unidad Fiscal de Delitos Ambientales, UFIMA.
Una bomba que estallo y que los medios ESCONDEN y ningún diario de la Capital se encargó de informar a la población. Tampoco la empresa dio un parte de los hechos. Como en la tragedia de la India, también sucedió a la madrugada, con la ausencia de personal técnico especializado, solo un sereno que no era sereno, víctima por estar en el lugar equivocado, o contratado en forma irregular.
La OPDS es un organismo pintado, de funcionamiento obsceno hace años, nada que surja de ella es confiable. Es el Estado Nacional quien debe ocuparse de este desastre ambiental que al “Hada Vidal” le queda grande, por su incapacidad y deforestación mental. Asimismo no veo preocupación desde el municipio de Mercedes, algo que no es novedad en los casos de agrotoxicos para quien suscribe, que enfrenté ferozmente al ex intendente Carlos Selva en el año 2011, por el reconocido caso del niño Estanislao Milesi, bañado con agrotoxicos en el patio de su casa, por una avioneta que fumigaba soja. Pese a sus amenazas y cartas documentos, logramos la Ordenanza N° 6998/11 para el municipio y esa denuncia sirvió de “caso testigo” para la redacción de la Resolución N°32/2011 emanada del Defensor del Pueblo de la provincia de Buenos Aires. Hoy, el caso forma parte de nuestro Amparo ante la Corte Suprema con otras victimas de los venenos. Una Acción de Clase contra las compañías Dow AgroSciences, Nidera, Ciba-Geigy, Novartis, Agrevo, Syngenta, Pioneer y Bayer-Monsanto entre otros, de autos “Giménez Alicia Fanny y otros contra Estado Nacional, Monsanto y otros”. Y porque no, existe la posibilidad de incluir en el Amparo a esta nueva victima.