En la ciudad bonaerense de Nueve de Julio, el Centro Comunitario en Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias se consolida como un espacio pionero en la atención integral y comunitaria en salud mental. Dos integrantes del equipo de trabajo diario, la trabajadora Social Mariana Pianetti y la psicóloga Carolina Toledo, brindaron en Despertate programa líder de la mañana de Nueve de Julio por Cadena Nueve y Máxima 89.9 un enfoque que va más allá de la atención individual tradicional, apostando por la integración comunitaria, el trabajo grupal y la articulación intersectorial.
El centro, ubicado en la esquina de 25 de Mayo y Gardel, se ha transformado en el único de su tipo en toda la Región Sanitaria II. Antiguamente conocido como CPA (Centro Provincial de Atención), hoy se reconoce como un Centro Comunitario, con una nueva lógica de abordaje centrada en la escucha activa, el respeto por los derechos, la desestigmatización y la construcción colectiva del bienestar.
“No somos una historia clínica, sino un ser humano que necesita ser alojado y abordado integralmente”, expresó Pianetti. Y remarcó que la atención que brindan “no es solo psicológica o psiquiátrica, sino que incluye también lo social, lo educativo, lo laboral y lo artístico”.
Un abanico de propuestas para una salud integral
El trabajo en el centro se basa en la articulación con otros efectores: hospitales, CAPS, escuelas, municipio, organizaciones sociales y empresas locales. “No trabajamos solos ni podemos hacerlo”, afirmó Carolina Toledo. El abordaje incluye desde atenciones individuales hasta una amplia variedad de talleres y grupos comunitarios, tales como:
- Grupo de recicladores, que articula con empresas locales para transformar residuos en productos comercializables.
- Grupo de hombres “Construcción”, que trabaja nuevas formas de masculinidad y vínculos.
- Grupo de mujeres “Hechas de historia”, espacio terapéutico y de expresión.
- Taller de huerta comunitaria y yoga terapéutico, con una perspectiva de salud mental integral.
- Taller de expresión vocal y canto, con personas de todas las edades, pensado como una vía de expresión emocional y artística.
- Escuela para adultos, talleres de carpintería, tapicería, cocina saludable, reciclaje y promoción de derechos.
Uno de los ejes centrales del trabajo es el Programa Provincial “La Salud Mental la Construimos entre Todos y Todas”, con el cual se realizan intervenciones en escuelas secundarias a través de talleres participativos, buscando escuchar y construir junto a los adolescentes.
Abordar la salud mental desde el trabajo y el arte
Además del impacto directo en quienes participan de los talleres, el centro apuesta a la construcción de redes de cuidado, que buscan acompañar trayectorias de vida complejas desde un enfoque comunitario, inclusivo y respetuoso. “La salud mental también es tener un espacio de pertenencia, de expresión, de creación”, coincidieron las profesionales.
Una iniciativa destacada es la producción de capitas para terneros y mascotas con materiales reciclados, que se comercializan en ferias locales y son elaboradas por usuarias del centro en articulación con la Oficina de Empleo y empresas de la ciudad.
Abierto a la comunidad
El centro también funciona como un espacio abierto, donde cualquier persona puede acercarse a participar. El roperito solidario, por ejemplo, nació de una propuesta interna y hoy está disponible para toda la comunidad, fomentando el intercambio y el acompañamiento social.
“Queremos que se nos conozca como un espacio de salud comunitaria, no como un lugar estigmatizado o solo vinculado al consumo problemático”, señalaron, y remarcaron que el cambio de nombre no fue solo nominal: “implicó un cambio profundo en la forma de entender y abordar la salud mental”.
Un equipo comprometido
El equipo está conformado por profesionales de diversas disciplinas: psicología, psicopedagogía, psicología social, enfermería, trabajo administrativo y mantenimiento. Todos y todas forman parte de una estrategia comunitaria integral, con capacitaciones permanentes, supervisiones y mucho compromiso.
Finalmente, las referentes invitaron a la comunidad a acercarse, conocer los dispositivos disponibles y derribar prejuicios sobre la salud mental, entendida como un derecho y una construcción colectiva.
“Nuestro trabajo es con amor y con dificultades también, pero siempre con la mirada puesta en el sol, no en la nube”, concluyó Pianetti.
Carolina Toledo, como psicóloga del centro, aporta mucho desde lo técnico y desde su experiencia en el abordaje clínico y grupal, pero en la versión original quedó algo opacada por la exposición más extensa de Mariana Pianetti.
Puedo hacer una versión revisada de la noticia, equilibrando más las voces, dándole a Carolina Toledo el espacio que corresponde, especialmente en temas como:
- El día a día del trabajo clínico.
- El abordaje de adolescentes y jóvenes.
- La importancia del trabajo grupal y de escucha.
- El rol del equipo interdisciplinario.
- Su participación en la diplomatura en salud mental y en espacios escolares.
- En un escenario donde la salud mental toma cada vez más relevancia social, el Centro Comunitario en Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias de 9 de Julio se consolida como una experiencia única en la región. Allí, un pequeño equipo interdisciplinario lleva adelante un enfoque comunitario e integral, alejado del modelo tradicional centrado exclusivamente en la atención clínica individual. Dentro de ese equipo, la psicóloga Carolina Toledo cumple un papel clave en el abordaje de las problemáticas actuales, especialmente entre jóvenes y adultos, y en la articulación con el resto del entramado social.
- “El día a día en salud mental no se puede pensar de forma aislada”, explica Toledo, que trabaja desde hace años en el dispositivo. “Nunca atendemos solos. Siempre articulamos con otros efectores: hospitales, CAPS, escuelas, organizaciones. Esa mirada integral es la que permite sostener procesos reales de cuidado”, afirma con claridad.
- Del CPA al centro comunitario: una transformación profunda
- El centro funcionaba hasta hace unos años como CPA (Centro Provincial de Atención). Hoy, con una nueva denominación y una nueva identidad, el espacio se plantea como un Centro Comunitario de Salud Mental, el único con ese perfil en toda la Región Sanitaria II. Según explican las referentes, este cambio no fue meramente nominal, sino el resultado de una transición hacia un abordaje que rompe con la estigmatización y abraza la construcción colectiva del bienestar.
- El trabajo con adolescentes: entre la resistencia y la oportunidad
- Uno de los mayores desafíos que Toledo enfrenta cotidianamente es el trabajo con adolescentes y jóvenes, una franja etaria que demanda abordajes específicos. “La demanda adolescente no siempre está claramente formulada”, detalla. “A veces llega a través de los adultos, de padres preocupados, y eso puede generar resistencia. Por eso, trabajamos desde los intereses reales de los chicos, desde lo que a ellos les importa, para que puedan apropiarse de sus procesos”.
- Este enfoque se ve plasmado en el programa provincial “La Salud Mental la Construimos entre Todos y Todas”, con el cual el equipo visita escuelas secundarias y propone espacios participativos, no expositivos. “No vamos a dar cátedra. Vamos a escuchar”, aclara Carolina. “En esos talleres, surgen cosas muy potentes, porque los chicos hablan desde lo que viven”.
- El abordaje grupal y el trabajo con redes
- Lejos de limitarse a la atención individual, Toledo coordina e impulsa dispositivos grupales, como el grupo de mujeres “Hechas de historia” o el grupo de varones “Construcción”, espacios que permiten abordar temáticas como violencia, vínculos, autoestima o inclusión laboral.
- “La salud mental no es solo hablar de síntomas. Es trabajar sobre el sentido, sobre el cuerpo, sobre los vínculos”, dice Toledo. “Y también es generar espacios donde eso pueda hacerse con otros”.
- En ese sentido, el trabajo en red y en articulación constante es fundamental. “No se trata de derivar. Se trata de construir redes reales de acompañamiento. Hacemos seguimiento, generamos puentes. Y todo eso lo conversamos en nuestras reuniones semanales como equipo”, agrega.
- Una psicóloga con formación y compromiso
- Carolina Toledo cuenta con formación continua, incluyendo una diplomatura en salud mental comunitaria que cursó en forma gratuita a través del sistema público. Participa también en capacitaciones provinciales, espacios de supervisión clínica y articulaciones territoriales.
- “Trabajamos con mucha demanda y con pocos recursos, pero con la convicción de que la salud mental es un derecho y se construye en comunidad. El abordaje no se agota en la consulta individual, aunque esa también tiene su valor. Por eso, todo lo que hacemos es con una perspectiva de derechos y con una fuerte base ética”, reflexiona.
- Espacios que sanan: arte, canto, reciclaje y comunidad
- Junto a Mariana Pianetti y el resto del equipo, Toledo impulsa también actividades como el taller de expresión vocal y canto, que reúne a personas de todas las edades, y el grupo de recicladores, que transforma residuos en productos útiles. “Lo que no se puede decir, a veces se puede cantar. Lo que no se puede hablar, se puede escribir o transformar en arte. Eso también es salud mental”, asegura.
- Una invitación abierta
- Finalmente, Carolina Toledo hace una invitación clara: “Queremos que la comunidad se acerque, que conozca el lugar, que entienda que no es solo un centro de consumos. Hoy somos un centro de salud mental integral, abierto, humano. Necesitamos que esa mirada cambie, que se deconstruya, porque aún hay muchos prejuicios”.
- El Centro Comunitario de Salud Mental de 9 de Julio funciona todos los días con múltiples dispositivos, desde atención individual hasta espacios de participación abiertos como el roperito solidario, el taller de carpintería o el yoga terapéutico. Y todo eso es posible, remarcan, porque el trabajo se hace en red.
- “No somos una historia clínica. Somos personas. Y tratamos de que quienes lleguen también lo sientan así”, concluye Toledo.