martes, abril 29, 2025
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Johanna “La pólvora” Santillán: la vida de una mamá entre guantes, sueños y compromisos

La joven boxeadora nuevejuliense Pelea arriba del ring y en la vida diaria para enseñarle a su hija que los sueños se trabajan con sacrificio, disciplina y corazón

Johanna Santillán, más conocida en el mundo del boxeo como “La Pólvora”, no es solo una deportista. Es madre, estudiante, luchadora, y una inspiración viva que transforma cada obstáculo en combustible para sus sueños. A sus 29 años, esta boxeadora amateur oriunda de Nueve de Julio que va por el profesionalismo, combina entrenamientos intensos, estudios y maternidad con una pasión que arde en cada palabra y golpe.

Su apodo no es casual. “La Pólvora” le fue dado por su entrenador, no solo por la potencia y rapidez de sus ataques, sino por su carácter explosivo arriba del ring. “Soy súper walter, hasta 70 kg, y apenas recibo el primer golpe, entro en combate. Como si se encendiera algo adentro mío”, explica Johanna, entre sonrisas y determinación.

UNA MADRE QUE BOXEA Y EDUCA

Pero el boxeo, para Johanna, es mucho más que un deporte. Es una forma de vida y una enseñanza constante para su hija Elena, de 7 años. “Quiero que ella entienda que debe luchar por sus sueños, sin importar qué elija. Que vea el valor del esfuerzo”, comenta. Elena, aunque no puede ver a su madre pelear en vivo por el impacto emocional, celebra cada victoria desde casa. “Cuando llego con una medalla o un cinturón, me pregunta ‘¿Ganaste, mami?’ y festeja conmigo”.

En paralelo a su carrera deportiva, Johanna estudia para ser preparadora física especializada en deportes de combate y se forma como coach ontológica. Esta formación emocional y técnica no solo le permite superarse personalmente, sino también proyectar su experiencia hacia otros. “El boxeo no es solo pegar. También ayuda a fortalecer la mente, a subir la autoestima. Yo quiero enseñar eso”.

EL CAMINO AL PROFESIONALISMO

Actualmente, se prepara para el Torneo Regional, que se realizará en julio. Es su primera meta del año, pero ya tiene la vista puesta en el Nacional y, luego, en su salto al profesionalismo. “Tengo una deuda conmigo y con mi hija. Este año voy a darlo todo para cumplir ese sueño”, asegura con firmeza.

Johanna entrena en un gimnasio ubicado en la Avda. Urquiza, donde cuenta con el espacio y el tiempo que necesita. “Llego a entrenar hasta cuatro horas por día. La preparación física la hago acá, pero lo técnico lo entreno en Bragado, con el equipo con el que compito”, detalla. Debido a cuestiones económicas, aún no ha retomado sus viajes, pero planea hacerlo en mayo, para afinar su técnica y volver a los sparrings.

Aunque es diestra, domina ambas manos con fuerza y técnica. “No cambio de guardia salvo que sea necesario. Pero tengo el golpe seco en las dos manos”, explica con confianza. Su estilo se define como técnico y estratégico: “No subo al ring a tirar golpes por tirar. Busco el momento justo, el lugar exacto”.

REFERENTE DE ESFUERZO Y TRANSFORMACIÓN

Más allá de sus propias peleas, Johanna estudia, analiza videos, y busca crecer constantemente. “Veo mis peleas una y otra vez. Me detengo en cada detalle para mejorar. Quiero dejar bien parado al boxeo técnico”.

La joven boxeadora cuenta que cada día es una batalla, pero también una oportunidad. A través del boxeo, no solo se enfrenta a rivales en el ring, sino que transforma su historia, su entorno y su propia vida. Y en ese proceso, ilumina el camino de su hija y de muchos más que encuentran en ella un ejemplo de lucha real.

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