Este domingo 13 de abril, la comunidad católica se congregó masivamente en Plaza Belgrano para celebrar el Domingo de Ramos, acto que da inicio a la Semana Santa. La ceremonia fue presidida por el obispo diocesano, Monseñor Ariel Torrado Mosconi, quien bendijo los ramos y encabezó la tradicional procesión hasta la Catedral Santo Domingo, donde se celebró la Misa de Ramos.
Con ramos en alto y cantos de alabanza, fieles de todas las edades —especialmente numerosos los niños— acompañaron al obispo en una caminata cargada de espiritualidad. Uno de los momentos más simbólicos se vivió al llegar a las puertas de la catedral: cerradas al principio, fueron abiertas solemnemente tras el llamado del celebrante, marcando el ingreso a los días más importantes de la fe cristiana.
Durante la homilía, Monseñor Torrado Mosconi destacó que este año tiene un valor especial al tratarse de un Año Santo Jubilar, convocado por el Papa Francisco como un tiempo de gracia y esperanza. “Este Domingo de Ramos es la puerta que nos introduce en la Semana Santa, y por ella entramos al misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesús”, expresó el obispo ante una plaza colmada.
También hizo un llamado a vivir estos días “con atención, devoción y piedad”, recordando que los niños fueron los que mejor reconocieron a Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén, según narra el Evangelio. “Hoy, ellos vuelven a ser protagonistas. Que levanten sus ramos, canten, aclamen y participen con alegría, como peregrinos de la esperanza”, dijo emocionado.
Con esta celebración, la diócesis de Nueve de Julio dio formal inicio a los ritos de la Semana Santa, que continuará con el Triduo Pascual, incluyendo la Misa de la Cena del Señor el Jueves Santo, la adoración de la cruz el Viernes Santo y culminará con la solemne Vigilia Pascual.