martes, marzo 25, 2025
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La carta de la Memoria

Señor Director
Cadena Nueve

Me dirijo a los fines de hacer publica consideraciones ante el Día de a Memoria, en este 24 de marzo de 2025, escribiendo desde Trevelin, Pcia. del Chubut.

Hace exactamente 49 años, un golpe militar con complicidad cívica, eclesiástica,
mediática y empresarial ponía fin al gobierno de María Estela Martínez de Perón, y
con esto, interrumpía la Democracia en nuestro país por unos largos siete años.

Esta era la forma de implantar en nuestra patria un modelo económico neoliberal, de
explotación indiscriminada y de saqueo, con fuerte sometimiento del pueblo
trabajador con ajustes asfixiantes. Suena muy actual, ¿verdad? No es casualidad.

Asumieron en nombre del progreso, la dignidad y la libertad. Incluso Videla expresó
que “para defender la libertad del hombre, la Argentina tuvo que enfrentar este
tremendo problema de una guerra” (valga aclarar que, para no hablar de genocidio y
exterminio del “otro”, ellos hablaron de “guerra interna contra la subversión”.

Para implantar un modelo económico tan cruel y absurdo, había un solo camino:
generar terror. Y emprendieron esta cobarde tarea con un minucioso y estudiado
plan de exterminio de todo aquel que se opusiera al régimen, previa persecución,
humillación, escarnio público y deshumanización. Esto también suena bastante
actual, ¿verdad? Tampoco es casualidad.

Videla también dijo, “supongamos que eran 7mil u 8mil las personas que DEBÍAN
MORIR para ganar la guerra contra la subversión. No podíamos fusilarlos, tampoco
podíamos llevarlos ante la justicia; el dilema era cómo hacerlo para que a la
sociedad le pasara desapercibido”, haciendo alusión a un plan de distracción.

Entonces encontraron el método; constaba de 4 etapas perfectamente
sistematizadas: primero, el secuestro; luego, el interrogatorio mediante un
mecanismo de tortura que incluyó violaciones y vejaciones, que condujeron a la 3er
etapa; el asesinato; y, por último, el ocultamiento de los cuerpos, ¿cómo?
Arrojándolos al Río de La Plata desde aviones, a arroyos, diques, quemándolos en
hornos, enterrándolos en pozos o en fosas comunes junto a otros “desgraciados”.

La desaparición de los cuerpos no solo evitaba probar los crímenes, además
colaboraba con el terror social a través de la incertidumbre, ya que, según los
genocidas, era lo peor para los “enemigos”, porque no sabían qué pasaba con sus
compañeros.

Fue así, en lo que duró esta horrorosa etapa de nuestra historia, que asesinaron y
desaparecieron a 30.000 compatriotas, robaron y vendieron a sus bebés,
ocultándoles su identidad y negándoles su dignidad.

Aún hoy aparecen los huesos de aquellos argentinos y argentinas en las costas de
los ríos, entre las piedras de alguna playa o en excavaciones espontaneas en
infinidad de propiedades. Aún hoy existen personas que reclaman su identidad, o
que no saben que son hijos o hijas de desaparecidos, y luchan por la dignidad que
les robaron. Pero lo peor de todo es que, aún hoy siguen estando entre nosotros los
responsables de estos crímenes, los que impulsaron el golpe, los que apoyaron con
su complicidad al terrorismo de estado y quienes justifican los crímenes de lesa
humanidad o el exterminio del adversario.

Aunque parezca mentira, casi 50 años después, nos gobiernan los herederos de
aquel modelo económico, político y social, con las mismas ideas segregadoras y
primitivas, utilizando la legitimidad de las instituciones democráticas, para pasar otra
vez desapercibidos ante una sociedad obnubilada.

En la distracción, siguen colaborando los medios hegemónicos de comunicación,
moldeando la opinión pública con falacias, para volver al pueblo sometido en favor
de sus propios verdugos.

El presidente Milei se expresó sobre lo ocurrido en aquella dictadura, no solo
colocando como su vicepresidente a una negacionista que visita genocidas en las
cárceles donde cumplen sus condenas como criminales de lesa humanidad y les
promete el indulto, sino explícitamente, diciendo “no fueron 30mil los desaparecidos,
son 8753. Por otra parte, estamos absolutamente en contra de una visión tuerta de
la historia. Para nosotros durante los ‘70 hubo una guerra, y en esa guerra, las
fuerzas del Estado cometieron excesos.”

“Excesos” similares cometieron las fuerzas federales que de él dependen, el pasado
12 de marzo en la plaza de los dos congresos, mediante una brutal represión que
dejó más de 600 heridos de gravedad, entre los cuales se encuentran adultos
mayores que se expresaban por sus derechos y dignidad. Al respecto se expresó el
gobierno a través de la ministra de seguridad de la nación, diciendo “eran
kirchneristas”, quitando importancia y gravedad a los hechos con un intento de
justificación debido a que eran opositores al régimen.

Los medios son su herramienta de distracción, la Corte Suprema su garantía de
impunidad, la proscripción su mecanismo, la República su juguete y la Democracia
su burla.

Ayer instalaron como enemigo público al “subversivo”, hoy al “kirchnerista”, por eso,
sigamos convocando a la lucha activa por la generación de conciencia, algo
fundamental para contrarrestar la colonialidad y la obnubilación.

¡Terrorismo de Estado y sometimiento del pueblo, NUNCA MÁS!

Atte.
Braian A. Laxagueborde

 

 

El presidente Milei se expresó sobre lo ocurrido en aquella dictadura, no solo
colocando como su vicepresidente a una negacionista que visita genocidas en las
cárceles donde cumplen sus condenas como criminales de lesa humanidad y les
promete el indulto, sino explícitamente, diciendo “no fueron 30mil los desaparecidos,
son 8753. Por otra parte, estamos absolutamente en contra de una visión tuerta de
la historia. Para nosotros durante los ‘70 hubo una g

 

 

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