El 24 de marzo de 1976, Argentina vivió uno de los momentos más oscuros de su historia reciente. En la madrugada de ese día, un golpe de Estado orquestado por las Fuerzas Armadas derrocó al gobierno constitucional de Isabel Perón, dando inicio a una dictadura cívico-militar que se extendió hasta 1983. Este periodo, marcado por la represión, la violencia y la desaparición forzada de miles de personas, es conocido como la “Dictadura Militar” o el “Terrorismo de Estado”, una de las etapas más trágicas y dolorosas para el pueblo argentino.
La dictadura instaurada el 24 de marzo de 1976 no fue solo un golpe de Estado, sino una estrategia sistemática para suprimir cualquier forma de oposición política, social y cultural. En su afán de eliminar la militancia y los movimientos populares, el régimen utilizó la tortura, el secuestro, la desaparición forzada y el asesinato como herramientas para silenciar a aquellos que osaban cuestionar su poder. Se estima que alrededor de 30.000 personas fueron desaparecidas, aunque este número no representa solo una cifra estadística, sino un símbolo de la magnitud de la barbarie sufrida por la sociedad argentina en aquellos años.
Durante estos años de horror, miles de argentinos fueron detenidos ilegalmente, otros se vieron forzados al exilio, y en muchos casos, recién nacidos fueron apropiados de manera ilegal, despojando a sus padres de su identidad. Los centros clandestinos de detención se convirtieron en el escenario de crímenes de lesa humanidad, donde hombres y mujeres fueron sometidos a torturas indescriptibles, todo bajo la responsabilidad de una estructura de poder que actuaba con total impunidad.
El Plan Cóndor y la coordinación represiva internacional
Pero la dictadura argentina no actuó en aislamiento. Formó parte de un esquema represivo regional conocido como el Plan Cóndor, una coordinación entre las dictaduras militares de Chile, Paraguay, Uruguay, Brasil y Argentina, cuyo objetivo era erradicar cualquier forma de resistencia política y social en el Cono Sur. A través de esta red de represión, miles de militantes fueron secuestrados y trasladados entre los distintos países de la región, lo que convirtió a la violencia estatal en un fenómeno transnacional de gran envergadura.
La cifra de los 30.000 desaparecidos: un símbolo de la lucha por la memoria
La cifra de los 30.000 desaparecidos no es solo un número frío. Es un símbolo de la lucha constante de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, quienes comenzaron a exigir justicia en los años más oscuros de la dictadura, cuando el régimen negaba la existencia de sus víctimas. Para las madres y abuelas, y para toda la sociedad argentina, esa cifra representa el testimonio de una sociedad que fue violentada de manera sistemática.
Negar esa cifra o relativizarla no solo es un acto de negacionismo, sino un intento de borrar la memoria histórica y minimizar la magnitud del genocidio perpetrado por el terrorismo de Estado. Aquellos que cuestionan los 30.000 desaparecidos no buscan más que deslegitimar la lucha por la verdad y la justicia.
Nunca Más: La memoria y la justicia como pilares fundamentales
El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, que se conmemora cada 24 de marzo, es una fecha de reflexión, de recuerdo y de transmisión a las nuevas generaciones de lo que sucedió en esa época oscura. Este día nos recuerda la importancia de preservar la memoria histórica, no solo para honrar a las víctimas, sino para asegurarnos de que los horrores del pasado no se repitan.
Desde Peronismo por 9 de Julio instamos a todos los ciudadanos a fortalecer la conciencia colectiva, a seguir luchando por la memoria y la justicia, y a no permitir que el olvido se apodere de nuestra historia. Porque un pueblo que olvida su pasado está condenado a repetirlo.
Hoy, al igual que hace 49 años, seguimos diciendo con firmeza: ¡Nunca Más! Nunca más el terrorismo de Estado, nunca más la desaparición forzada, nunca más la represión y la violencia contra el pueblo argentino. La lucha por la memoria, por la verdad y por la justicia continúa, porque la memoria es un compromiso con el futuro.
Agencia MTR