
En un contexto de profunda desburocratización y reforma en el sector del transporte automotor, el Gobierno Nacional ha decidido avanzar en una serie de modificaciones que impactan directamente en la obtención y renovación de las licencias de conducir para los profesionales del transporte de carga y pasajeros.
El decreto 779/95, que regula este tipo de licencias, ha sido reformado con el fin de simplificar los trámites y reducir la intervención del Estado en los procesos administrativos, mientras se eleva el nivel de exigencia y formación para los conductores.
Una de las principales modificaciones es la eliminación de la Licencia Nacional de Transporte Interjurisdiccional (LiNTI), que hasta ahora era obligatoria para los conductores de transporte interjurisdiccional de carga y pasajeros. A partir de ahora, las jurisdicciones adheridas al Sistema Nacional de Licencias de Conducir (SINALIC) serán las encargadas de otorgar la Licencia Nacional de Conducir para las categorías profesionales C, D y E, que habilitan para realizar recorridos interjurisdiccionales.
Canje de Licencias: Un Nuevo Proceso de Regularización
Uno de los aspectos destacados de la reforma es la posibilidad de canjear licencias que habían sido otorgadas bajo legislación provincial o municipal junto con la LiNTI. Los conductores que posean una licencia bajo este sistema podrán cambiarla por una Licencia Nacional de Conducir en las categorías C, D o E, necesarias para realizar transporte interjurisdiccional. Este canje podrá realizarse en cualquiera de los Centros Emisores de Licencias de Conducir habilitados, y debe completarse dentro de un plazo de 60 días antes de la entrada en vigencia de la reforma. Este proceso permitirá que, en el futuro, todos los conductores de transporte profesional cuenten con una única licencia nacional que será válida para el ejercicio de su actividad a nivel nacional.
Exámenes y Formación Más Rigurosos
En cuanto a los requisitos para la obtención y renovación de estas licencias, se establecen nuevos estándares en los exámenes psicofísicos y de formación. Los conductores que tramiten por primera vez una licencia profesional deberán tener al menos 21 años y contar con un año de antigüedad en la licencia categoría B (para autos particulares). Además, deberán completar un curso teórico-práctico con una carga mínima de 20 horas, que se sumará a la formación específica que corresponda según la clase de licencia y el porte del vehículo.
Para los conductores que renueven su licencia, también será necesario realizar un examen psicofísico y un curso de actualización en la clase y subclase de la licencia respectiva, con una carga mínima de 20 horas. Esto representa un aumento considerable en comparación con los requisitos anteriores, que solo pedían 3 horas de formación para la renovación.
La renovación y obtención de las licencias deberá comenzar de forma remota, con la carga de los datos y la documentación necesaria a través de plataformas digitales. La parte final del trámite se realizará de manera presencial en los centros de formación y médicos habilitados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV). Esta nueva modalidad tiene como objetivo facilitar el acceso a los trámites, agilizar el proceso y evitar la congestión en las oficinas gubernamentales.
Vigilancia y Plazos de Vigencia de la Licencia Profesional
Otro cambio significativo es la extensión de los plazos de vigencia de las licencias profesionales. Los conductores entre 21 y 65 años tendrán una licencia con una validez de 5 años, mientras que aquellos mayores de 65 años deberán renovarla cada 2 años. Por su parte, los conductores mayores de 70 años deberán renovar su licencia cada año, un plazo mucho más corto que el de 2 años que se aplicaba anteriormente.
Desregulación en las Tarifas y Autonomía de las Jurisdicciones
El nuevo marco normativo también introduce un cambio importante en la regulación de las tarifas para los exámenes y capacitaciones. A diferencia del esquema anterior, en el que el Estado regulaba los costos de los trámites, ahora las tarifas serán determinadas por los prestadores de los servicios de capacitación y salud habilitados por la ANSV, lo que implica una desregulación del mercado. Este cambio se alinea con la política del gobierno de reducir la burocracia y fomentar un sistema más flexible y eficiente.
Las instituciones encargadas de la formación y evaluación psicofísica de los conductores deberán cumplir con los estándares y requisitos establecidos por la ANSV y se inscribirán en un registro único digital y gratuito. Los prestadores que actualmente estén registrados en el sistema LiNTI tendrán un plazo de 90 días para adaptarse a las nuevas normativas.
El Propósito de la Reforma: Modernización y Eficiencia
Con estas reformas, el Ejecutivo Nacional busca modernizar el sistema de licencias de conducir para profesionales del transporte, eliminando barreras burocráticas y simplificando los trámites, al tiempo que se aumenta la exigencia en cuanto a la formación y evaluación de los conductores. La medida responde a la necesidad de hacer más eficiente el sistema de transporte, mejorar la seguridad vial y reducir los costos administrativos que encarecen el proceso de obtención y renovación de licencias.
Al mismo tiempo, se promueve la descentralización del sistema, otorgando a las jurisdicciones la autonomía para gestionar y emitir las licencias de conducir profesionales, lo que debería resultar en un proceso más ágil y adaptado a las realidades locales.
En definitiva, la reforma al Decreto 779/95 es un paso más en la desregulación del transporte automotor en Argentina, con un enfoque claro en la reducción de trámites burocráticos, la optimización del tiempo de los conductores y la mejora de los estándares de seguridad vial.