En un escalofriante hecho ocurrido en septiembre del año pasado, un hombre con un historial de accidentes mortales cruzó un semáforo en rojo, causando la muerte de dos jóvenes en la ciudad de San Nicolás. A pesar de los antecedentes y la evidencia contundente, el responsable sigue libre, y recientemente renovaron su licencia de conducir.
Pablo Alejandro Nozzi, de 62 años, quien conduce un camión de reparto, estaba involucrado en un accidente fatal cuando, al cruzar el semáforo en rojo, impactó de lleno contra una moto que transitaba en verde. Los ocupantes de la moto, Rodrigo Rial (20) y Brisa Romero (24), murieron en el acto. La trágica escena fue captada por las cámaras de seguridad de la zona, que confirmaron la maniobra imprudente de Nozzi.
Este no es el primer incidente grave en el que se ve envuelto el conductor. A lo largo de los años, Nozzi ha estado involucrado en al menos tres accidentes más, con un saldo total de cuatro víctimas fatales en 1999, 2017 y 2019. A pesar de este historial, el hombre, conocido por su afición a las carreras de automovilismo, no ha enfrentado consecuencias significativas.
Según fuentes locales, Nozzi tiene relaciones influyentes en la ciudad, lo que ha permitido que, hasta el momento, no se le haya suspendido la licencia ni detenido de forma preventiva. A pesar de estar acusado de homicidio culposo por las muertes de los dos jóvenes, el proceso judicial aún no ha avanzado de manera significativa. Ya han pasado casi seis meses desde el accidente, pero “las pericias aún no han terminado”, según informó el fiscal Julio Tanus, quien en su momento solicitó la detención del acusado.
Sin embargo, el juez que lleva el caso, Andrés Prati, denegó la solicitud de arresto y removió al fiscal Tanus de la causa. Hasta la fecha, han pasado tres fiscales por el caso, lo que ha generado sospechas de maniobras dilatorias. La falta de avances y la aparente complicidad entre las autoridades ha alimentado la indignación de la comunidad y de los familiares de las víctimas.
En un giro aún más alarmante, Nozzi, quien sigue libre y sin restricciones legales, recibió la renovación de su licencia de conducir, permitiéndole seguir al volante, a pesar de su peligroso historial. La situación ha desatado una ola de críticas hacia la justicia y los organismos encargados del control de tránsito en la ciudad. “La corrupción también mata”, expresan familiares y allegados de las víctimas, quienes no comprenden cómo alguien con un historial tan grave puede seguir conduciendo sin enfrentar las consecuencias de sus acciones.
El accionar de la justicia en este caso ha puesto en evidencia las falencias del sistema judicial y de control del tránsito en Argentina. Mientras los familiares de Rodrigo y Brisa luchan por obtener justicia, muchos se preguntan hasta cuándo la impunidad continuará reinando en las calles.
Una justicia en deuda
Este caso, que pone en primer plano la corrupción y la impunidad, plantea una reflexión urgente sobre la necesidad de reformar el sistema judicial y de tránsito para garantizar que los responsables de accidentes fatales enfrenten las consecuencias de sus actos. La vida de los jóvenes fallecidos y la seguridad de la comunidad dependen de que se tomen decisiones más firmes y transparentes para erradicar la corrupción que alimenta esta injusticia.
Agencia MTR