La situación en la provincia de Buenos Aires se torna cada vez más crítica debido a las intensas lluvias que han afectado varias zonas productivas. De acuerdo a los últimos datos suministrados por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), casi 2 millones de hectáreas agrícolas y ganaderas se encuentran bajo el agua, y las pérdidas que se estiman serán “muchísimas”.
La región del centro y sudoeste de la provincia es la más afectada por las inundaciones, con al menos 500.000 hectáreas totalmente anegadas y cerca de 1.500.000 hectáreas en condiciones extremadamente complicadas. Según un relevamiento satelital realizado por Pablo Ginestet, los efectos de las precipitaciones son devastadores para el sector agropecuario, con miles de hectáreas de cultivos y animales con terneros a pie gravemente impactados.
Daños severos en cultivos y ganado
Ignacio Kovarsky, presidente de Carbap, indicó que los daños son incalculables y afectan tanto a la agricultura como a la ganadería. “Muchísima cantidad de cultivos y animales con terneros al pie están afectados. Va a haber muchísimas pérdidas. En muchos lugares, llovió entre 700 y 800 milímetros en lo que va del año”, explicó el dirigente rural.
Las lluvias han sido especialmente intensas en el este de La Pampa, desde donde el agua se trasladó hacia los pueblos cercanos a la ciudad de Carhué, provocando anegamientos en varias localidades. La situación más crítica se concentra en los partidos de Laprida, Olavarría y La Madrid, en donde las precipitaciones fueron tan intensas que provocaron inundaciones que arrasaron con los cultivos.
Zonas más afectadas y la situación de los productores
Además de la ya mencionada zona del centro y sudoeste, otros partidos del sur de la provincia como Benito Juárez, González Chaves, Coronel Pringles y Daireaux también reportan daños graves. A su vez, Henderson, Carlos Casares, Bolívar, Pehuajó y 9 de Julio han sufrido precipitaciones superiores a los 300 milímetros en pocos días, lo que ha dejado a numerosos campos bajo el agua, complicando aún más las condiciones de los productores rurales.
La situación se ve agravada por el aislamiento de muchas familias y productores en las zonas rurales. Kovarsky señaló que “mucha gente ha quedado aislada en los campos”, lo que dificulta la tarea de asistencia y ayuda a los afectados. Este aislamiento ha generado un gran desafío logístico para los equipos de emergencia y las autoridades locales.
El futuro del sector agropecuario
Las perspectivas para el sector agropecuario no son optimistas. La cantidad de agua caída y los daños estructurales a los campos y a la infraestructura rural son tan graves que se prevé una pérdida económica importante para la región. Muchos productores se enfrentan a un futuro incierto debido a la imposibilidad de cultivar o cuidar sus animales, lo que podría generar una crisis económica en la región.
Desde Carbap, además de señalar la gravedad de la situación, se exige la intervención urgente de las autoridades provinciales y nacionales para asistir a los productores afectados y poder mitigar en la medida de lo posible los efectos de esta catástrofe natural.
En definitiva, la crisis en la provincia de Buenos Aires está lejos de terminar. Las lluvias siguen azotando el territorio y, con ellas, las consecuencias para la producción agrícola y ganadera, que son vitales para la economía nacional. Los próximos días serán clave para poder evaluar el alcance total de las pérdidas y establecer medidas que ayuden a la recuperación del sector.
Agencia MTR