jueves, marzo 6, 2025
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Padre Daniel Camagna: ‘La fe se fortalece en la tormenta y construyamos gimnasios del Alma’

El sacerdote lo explicó en 'Modo Jubileo' por Cadena Nueve y Máxima 89.9 al hablar de las crisis de fe y cuales son los remedios para superarlas

En el segmento de Despertate en Cadena Nueve y Máxima 89.9,  Modo Jubileo, un espacio dedicado a dejar ‘las pantallas y mirarse hacia adentro’, el padre Daniel Camagna reflexionó sobre las crisis de la fe y los remedios para superarlas.

El sacerdote con una reflexión sobre cómo, en el mundo actual, las nuevas tecnologías nos presentan desafíos de lenguaje y comunicación, haciendo hincapié en la necesidad de comprender la raíz etimológica de las palabras, tanto en el griego como en el latín. Este conocimiento, dijo, nos permite entender mejor lo que se dice y profundizar en los significados espirituales. Pero rápidamente, la conversación dio un giro hacia la temática central: la fe, la crisis y los remedios que existen para superar los momentos difíciles.

La fe como vínculo con Dios

El sacerdote explicó que la fe es, ante todo, una relación con Dios, un vínculo que, como cualquier relación humana, tiene altibajos. A veces esa relación se ve puesta a prueba por crisis, por momentos difíciles, pero también por la inconsistencia de los seres humanos en su rol de guías espirituales. La fe no se trata solo de creer en algo, sino de volver a ligarse a Dios. Religarse, resaltó el sacerdote.

La relación con Dios no es algo que se cultiva únicamente en los momentos de oración, sino que debe ser una constante en todos los aspectos de la vida. La verdadera fe, según el sacerdote, es la que se manifiesta en nuestras decisiones diarias, en nuestra forma de relacionarnos con los demás en el día a día.

El sacerdote destacó que, a menudo, el ser humano tiende a ver la fe como algo apartado de su vida diaria. Sin embargo, enfatizó que la relación con Dios debe estar siempre presente, incluso en las circunstancias más mundanas. “La fe no es algo que se deja en la iglesia o en la misa del domingo”, dijo, “es algo que debe transformarnos cada día”. Esta transformación, a su juicio, es la verdadera esencia del ser.

Las causas de la crisis de fe

En cuanto a las crisis de fe, el Padre Camagna señaló varias causas que, de alguna forma, están en la raíz de estas crisis espirituales.

La primera es el sufrimiento humano y la pregunta constante: “¿Por qué Dios permite el mal?” En estos momentos difíciles, lo que se busca es una respuesta, un sentido, y el Padre sugirió que es importante no dejar de dialogar con Dios, como lo hacen los salmos, que a menudo expresan un griterío profundo, como si el hombre se peleara con

Otro factor que afecta la fe es el mal ejemplo de los líderes espirituales. El sacerdote destacó que los pastores de la Iglesia, y los que tienen una responsabilidad en la comunidad cristiana, deben ser conscientes del impacto de sus acciones, ya que un mal testimonio puede dañar la fe de muchas personas. Sin embargo, destacó que la fe debe estar en Dios, no en los hombres.

En ese sentido resaltó que es necesario distinguir entre la fe en Dios, la iglesia como comunidad y los hombres, ya que los últimos son imperfectos. Hizo un llamado a no poner nuestra fe en las personas, sino en Dios, quien es el único que puede sanar las heridas.

El tercer factor es La superficialidad espiritual: A través de una crítica al vacío emocional y espiritual que caracteriza a muchas personas en la actualidad, Camagna subrayó que la vida interior debe ser cultivada. Afirmó que la verdadera espiritualidad no se basa en los gestos exteriores o en la acumulación de objetos religiosos, sino en un ejercicio interior de reflexión y crecimiento personal.

El propio pecado: Por último, el sacerdote abordó el tema del pecado personal, explicando que muchas veces, el alejamiento de Dios se debe a nuestra propia debilidad y maldad. A través de ejemplos bíblicos, destacó la importancia de la humildad y la reparación , haciendo eco del gesto de perdón realizado por el Papa Juan Pablo II en el Gran Jubileo de 2000, cuando pidió perdón por los pecados cometidos a lo largo de la historia de la iglesia.

El “Gimnasio del Alma” y la Redención

El Padre Daniel Camagna también invitó a los oyentes a pensar en la vida espiritual como un ejercicio constante. Citó la imagen de los “gimnasios del alma”, propuesta por un colega sacerdote, que compara las capillas con lugares donde se cultiva la vida espiritual a través de prácticas como la oración y la reflexión. En este sentido, hizo hincapié en que, así como cuidamos nuestro cuerpo físico en el gimnasio, la vida espiritual también requiere de esfuerzo y dedicación.

Para cerrar, reflexionó sobre la culpa y la redención, recordando que el cristianismo no se basa en la culpa, sino en la esperanza de redención . “La verdadera sanación espiritual comienza cuando uno reconoce sus propios errores, los confiesa, se arrepiente y busca la reparación”, afirmó. Esta reflexión invitó a los tele-oyentes a no temerle a la introspección , ya que es a través de la humildad y el reconocimiento del mal que se pueden encontrar los caminos hacia la sanación interior .

De este modo, el Padre Daniel Camagna cerró su intervención en “Modo Jubileo”, ofreciendo una mirada profunda sobre los desafíos espirituales y cómo superarlos a través de la reflexión, el arrepentimiento y la búsqueda constante de la paz interior.

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