El diálogo entre los funcionarios provinciales y municipales comenzó en diciembre pasado, cuando Mantelli, recién asumido su cargo, se puso en contacto con María Márquez para ofrecer apoyo ante eventos climáticos extremos. Desde entonces, la colaboración se ha mantenido constante ante cada tormenta fuerte. En esta oportunidad, el sistema de alerta temprana permitió que se tomaran medidas preventivas desde la madrugada del 26 de febrero, cuando comenzó la tormenta. A las 3 de la mañana, el primer llamado llegó a la Secretaría de Desarrollo Comunitario, solicitando la evacuación de una familia. Desde ese momento, el trabajo coordinado con los bomberos, Defensa Civil y Obras Públicas comenzó a intensificarse.
Márquez explicó que durante las primeras horas de la mañana del lunes, la comunicación entre su área y los bomberos fue constante. A las 6 de la mañana, ya se estaban evacuando familias y atendiendo la situación crítica. A lo largo del día, se recibieron 26 llamadas de bomberos, más 5 adicionales por la tarde, y varios otros a través del teléfono fijo de la Secretaría. En total, se asistieron aproximadamente a 70 familias. Márquez indicó que, a medida que avanzaba la jornada, las necesidades aumentaban y se requería más ayuda. “A las 10 de la mañana, ya había una evaluación precisa de la situación. Necesitábamos asistencia urgente porque los recursos municipales se estaban agotando”, afirmó.
La funcionaria indicó que la provincia, a través de Mantelli, se comprometió a enviar asistencia a partir del día siguiente. A las 8 de la mañana del 27 de febrero, los recursos comenzaban a salir rumbo a los depósitos de la provincia, lo que permitiría garantizar la ayuda a las familias damnificadas. Además, Fernando Mantelli visitó la ciudad para evaluar de primera mano la situación y conocer la gravedad de los problemas de infraestructura en varios barrios. Acompañados por la jefa comunal, María José Gentil, y el Secretario de Obras Públicas, Juan Pablo Boufflet, realizaron una recorrida por las zonas más afectadas, como el barrio Diamantina, donde varias viviendas fueron severamente afectadas por la acumulación de agua.
“Estuvimos en la casa de una vecina que sufrió la llegada del agua por segunda vez, ya que la semana pasada también la habíamos asistido. La situación era crítica, ya que no solo se trata de los materiales perdidos, sino también del miedo que genera vivir en una casa inundada”, explicó Márquez. La recorrida fue acompañada por concejales locales, quienes también se sumaron al diálogo para conocer la situación de primera mano.
La situación de infraestructura de algunos barrios de Nueve de Julio es, según los funcionarios, un problema histórico que requiere una solución definitiva. Márquez destacó que, más allá de las medidas paliativas, es necesario abordar el problema de fondo: “Las obras de infraestructura deben ser una prioridad. No podemos seguir aplicando parches, necesitamos soluciones definitivas para que los barrios no se inunden constantemente”, expresó.
Uno de los temas clave en la conversación fue el plan de obras públicas para resolver los problemas de las calles que históricamente se inundan, como las del barrio Diamantina, Tucumán y Edison. Según los funcionarios, están en curso gestiones para realizar el entubamiento de estos sectores, lo cual permitiría mejorar significativamente la situación. No obstante, aclararon que para ejecutar estas obras se necesita una inversión importante por parte de la provincia, y esperan que pronto se concrete una reunión con las autoridades provinciales para acelerar los trámites.
La secretaría de Desarrollo Comunitario también agradeció el apoyo de la comunidad, destacando la solidaridad de los vecinos que, a pesar de las dificultades, continúan ofreciendo donaciones de ropa, calzado y mobiliario a las familias que han perdido sus pertenencias. “Nos encontramos con una comunidad muy solidaria. Esto es lo que nos permite seguir adelante, la ayuda mutua y el compromiso de todos”, señaló.
A nivel social, la secretaría también abordó la situación de los vecinos en situación de calle. Explicó que, aunque existe un esfuerzo constante por parte del municipio para asistirlos, la complejidad de las situaciones de salud mental dificulta la integración de estas personas a los programas de asistencia social. “El problema de salud mental es algo que necesitamos abordar de manera integral, pero se escapa a las competencias de la Secretaría de Desarrollo Comunitario. En estos casos, el acompañamiento de profesionales especializados es esencial”, sostuvo.
Finalmente, María Márquez subrayó que el compromiso del municipio es acompañar a las familias en situación de vulnerabilidad, no solo con asistencia inmediata ante emergencias, sino con políticas públicas que promuevan su inclusión y bienestar a largo plazo. “Nuestro trabajo no se limita a la emergencia, sino a generar un futuro mejor para los vecinos, con obras que resuelvan problemas estructurales y con programas de asistencia social que lleguen a todos”, concluyó.
Este tipo de situaciones ponen de manifiesto la importancia de la cooperación entre los distintos niveles de gobierno y la comunidad para enfrentar emergencias climáticas y los problemas de infraestructura que históricos.