“Las condiciones clínicas críticas del Santo Padre demuestran una ligera mejoría. Incluso hoy no hubo episodios de ataques respiratorios asmáticos; algunas pruebas de laboratorio han mejorado”, dijo el Vaticano en su boletín vespertino sobre la salud del pontífice de 88 años.
El Vaticano también resaltó que la insuficiencia renal que le habían detectado no es preocupante.
El papa continúa con la terapia de oxígeno, pero con flujos a un porcentaje “levemente reducidos” a los días anteriores.
Los médicos, a tenor de la complejidad de su cuadro clínico y de forma prudencial, prefieren mantener el pronóstico reservado.