En un cambio significativo para la estructura del sistema bancario argentino, el Gobierno Nacional oficializó la conversión del Banco de la Nación Argentina (BNA) en una Sociedad Anónima (S.A.). Esta medida se materializó a través del decreto 116/2025, publicado en el Boletín Oficial, y tiene como objetivo consolidar el posicionamiento financiero de la entidad y facilitar su expansión en el mercado crediticio.
El anuncio fue realizado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien, a través de sus redes sociales, confirmó la firma del presidente Javier Milei: “El Presidente de la Nación acaba de firmar el decreto que transforma al Banco de la Nación Argentina en Sociedad Anónima. Dios bendiga a la República Argentina”, declaró Adorni en un mensaje que dejó claro el impacto que tendrá esta decisión en el panorama económico nacional.
Transformación legal y detalles del decreto
El decreto 116/2025 establece en su artículo 1 que el Banco de la Nación Argentina pasará a denominarse Banco de la Nación Argentina Sociedad Anónima (BNA S.A.), y se someterá al régimen de la Ley General de Sociedades N° 19.550, modificada en 1984, como una empresa de capitales privados, aunque su control seguirá siendo del Estado Nacional.
El artículo 3 del decreto especifica que el 99,9% del capital social de la nueva sociedad estará en manos del Estado, que ejercerá todos los derechos de esta participación a través del Ministerio de Economía. Por otro lado, la Fundación Banco de la Nación Argentina será propietaria del restante 0,1% del capital. Además, el capital social inicial de la nueva entidad fue fijado en 1 billón 602 mil millones de pesos (equivalente a $1.602.274.965.000), cifra que deberá ser completamente suscripta e integrada durante la constitución de la sociedad.
Contexto y justificación de la transformación
Este cambio estructural se venía gestando desde finales de 2024, cuando el Banco Nación cerró un “balance especial de transformación” que proyectaba una significativa expansión de sus activos. Según los datos, el BNA S.A. contará con activos totales de $48 billones y un patrimonio neto de $15 billones, lo que permitirá una mayor capacidad para ofrecer créditos y financiar a las pymes y familias argentinas.
El Banco Nación explicó en un comunicado que esta transformación era fundamental para continuar ampliando su oferta crediticia y sustentar el crecimiento del sector financiero en el país. “Para sostener ese crecimiento, la institución necesitará ampliar su fondeo, lo que podrá hacer abriendo su capital, para lo cual es esencial que se convierta en Sociedad Anónima”, afirmaron desde el banco en enero de 2025.
Un paso hacia el fortalecimiento financiero
El nuevo modelo financiero tiene como principal objetivo robustecer la capacidad del Banco Nación para conceder préstamos, especialmente a pequeñas y medianas empresas (pymes) y a las familias. En línea con la política económica del Gobierno de Javier Milei, esta transformación pretende consolidar una estructura más ágil y competitiva en un mercado global cada vez más dinámico.
El banco también presentó una mejora considerable en su cartera de préstamos, que alcanzó los $15 billones a principios de 2025, junto con una tasa de cobrabilidad históricamente alta. En 2024, los desembolsos del banco aumentaron más de 600%, lo que permitió incrementar su participación en el mercado financiero, alcanzando un 17,5% del total de créditos del sistema.
La promesa de un modelo económico renovado
Con esta medida, el Banco Nación se posiciona como uno de los actores clave en la estrategia económica del Presidente Milei, quien se comprometió a reducir la inflación y aumentar la disponibilidad de créditos para estimular el crecimiento económico. En este sentido, el BNA S.A. juega un papel central en la promesa de un sistema financiero más eficiente y accesible para los sectores productivos del país.
La transformación del Banco de la Nación Argentina a una Sociedad Anónima es, por tanto, un paso decisivo en la implementación de las políticas del actual gobierno, y marca un hito en la historia financiera del país. Sin embargo, el impacto de esta transformación y su funcionamiento aún deberán ser evaluados con el paso del tiempo, a medida que la nueva entidad se asienta en el mercado y adapta su modelo a las demandas de la economía argentina.