domingo, febrero 2, 2025
domingo, febrero 2, 2025

En Nueve de Julio se repudio el discurso de Javier Milei en Suiza y se llamó a la defensa de los derechos humanos e igualdad de género

Fue en plaza Belgrano donde se leyó un documento y hubo voces que se pronunciaron resaltando la igualdad y el respeto de los derechos de las personas

En el final de una tarde muy calurosa del primer sábado de febrero, la Plaza Belgrano de Nueve de Julio se transformó en un escenario de fuerte rechazo a las recientes declaraciones del presidente de la Nación, Javier Milei, durante su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos. En esa ocasión, Milei expresó que uno de sus objetivos era “exterminar” las voces que se oponían a su proyecto político, refiriéndose especialmente a aquellos sectores que luchan por los derechos humanos, la igualdad de género y la diversidad sexual. Esta polémica declaración generó un fuerte repudio en distintos sectores de la sociedad argentina, y en Nueve de Julio, una nutrida asistencia de personas se agruparon para alzar la voz contra lo que consideran un ataque directo a las identidades de género, las comunidades LGBTQ+ y los sectores más vulnerables.

La movilización, convocada por diversos colectivos sociales, feministas, LGBTQ+ y organizaciones de derechos humanos, comenzó a tomar forma a medida que caía la tarde. En un clima de unidad, los manifestantes se congregaron alrededor de colores que representaban a la comunidad LGBT, con respeto atención y rechazo a las políticas del actual gobierno nacional. Los organizadores aseguraron que la marcha no solo era una expresión de repudio hacia las declaraciones de Milei, sino también una manifestación de resistencia frente a lo que perciben como un avance de la intolerancia, la discriminación y el odio en la sociedad argentina.

La movilización se centró en la construcción de respuestas colectivas ante lo que describieron como una “emergencia social”, que afecta principalmente a sectores históricamente vulnerables. En palabras de quien abrió el encuentro, Milo Rodríguez, uno de las oradoras que leyendo el mensaje dijo: “Estamos aquí porque las palabras del presidente no son solo declaraciones, son un reflejo de una política que busca precarizar aún más nuestras vidas”. La protesta no solo estuvo dirigida a repudiar las declaraciones de Milei, sino a visibilizar el impacto concreto y violento de los discursos de odio que se han intensificado en el país. Se destacó el sufrimiento de las comunidades LGBTQ+, migrantes, trabajadores sexuales, pueblos originarios y personas con discapacidad, entre otros grupos que han sido históricamente discriminados.

Una de sus frases fue: “Hoy estamos aquí porque no vamos a permitir que nos borren. Estamos luchando por nuestra existencia, por nuestros derechos, por la dignidad de todas las personas que han sido históricamente oprimidas. Este gobierno, con sus palabras y sus acciones, ha puesto en peligro Todo lo que hemos logrado como sociedad, y no podemos quedarnos callados ante la amenaza de un retroceso que ya se está sintiendo.”

A lo largo del acto, se denunció la manera en que los discursos de odio no se quedan en simples palabras, sino que se traducen en agresiones físicas, crímenes de odio y persecución ideológica. En uno de los momentos más significativos fue cuando se recordó la triple lesbicidio ocurrido en Barracas, un caso de extrema violencia que visibilizó el peligro real al que se enfrentan las personas de la comunidad LGBTQ+. “El odio que se propaga desde las esferas de poder alimenta la violencia cotidiana”, expresó Rodriguez en su lectura, señalando que no se trata solo de un problema simbólico, sino de un fenómeno que tiene consecuencias tangibles sobre la vida de las personas.

En el mensaje también se destacó el desgaste emocional y psicológico que provoca el clima de violencia simbólica generado por los discursos oficiales. Muchas de las personas presentes compartieron sus experiencias de cómo la discriminación sistemática y el discurso del odio afectan no solo su seguridad física, sino también su bienestar mental. “El impacto en nuestra salud mental es real. Hay un desgaste, una frustración y un sentimiento de que no estamos siendo escuchados”, afirmaron algunos de los asistentes, mientras se resguardaban bajo la sombra de un árbol que ofrecía un respiro del calor del día. A pesar de esta sensación de agotamiento, la marcha también tuvo un claro mensaje de resistencia y esperanza. Los participantes destacaron la importancia de mantener viva la memoria histórica de las luchas pasadas y de seguir organizándose ante la emergencia social que atraviesa el país.

La Cultura como Resistencia: Un Acto de Memoria Histórica

Uno de los elementos más destacados de la movilización fue el llamado a la acción cultural. Los manifestantes subrayaron la importancia de la cultura como herramienta de resistencia ante la creciente censura y represión que se percibe bajo el gobierno actual. La marcha se convirtió en un acto de reivindicación de la memoria histórica, recordando especialmente las luchas que tuvieron lugar en la década de 1990, como las asambleas barriales y las tomas de universidades. Además, se realizó una evocación del Frente de Liberación Homosexual (FLH) de 1975, con la lectura de su famoso llamamiento en el que se advertía sobre el peligro del fascismo y la necesidad de organizarse frente a las fuerzas conservadoras.

“Hoy, 50 años después, las amenazas de odio siguen vigentes, y la lucha por la libertad y los derechos sigue siendo urgente”, afirmaron los organizadores, en referencia a las dificultades que enfrentaron las comunidades disidentes durante la dictadura militar y los primeros años. de democracia. La memoria histórica, se destacó, debe ser una guía para las luchas actuales, y la movilización de Nueve de Julio sirvió como recordatorio de que la defensa de los derechos humanos es una causa colectiva y urgente.

Desde los oradores también se hizo un llamado a la acción concreta. Además de movilizarse en las calles y realizar intervenciones urbanas, se propuso una “Marcha Caravana de Orgullo Antifascista” que recorrería las principales ciudades de la ciudad. Esta marcha sería un espacio para visibilizar diversas luchas sociales, uniendo a los sectores oprimidos en defensa de los derechos humanos, la democracia y la lucha contra el fascismo. “Queremos que nuestros derechos sean reconocidos y defendidos, no solo en las plazas, sino en todos los rincones del país”, señaló.

Además de la propuesta de la caravana, se mencionaron otras iniciativas de resistencia, como la pintura de murales, la realización de talleres de autodefensa y de formación política, y la organización de intervenciones callejeras para visibilizar las demandas de los colectivos que luchan por la igualdad. y la justicia social.

El acto también incluyó un reproche al gobierno municipal de Nueve de Julio, que fue señalado por no haber repudiado públicamente las declaraciones de Javier Milei. Según lo expresado, ese silencio no solo refleja una falta de compromiso con los derechos humanos, sino que también representa una forma de complicidad con las políticas del gobierno nacional. En ese sentido, también se hizo un llamado a los medios de comunicación locales, acusados ​​de permitir que se difundan discursos de odio sin cuestionarlos ni reflexionar sobre sus consecuencias. “El silencio de las autoridades locales y de los medios es complicidad. No podemos permitir que el odio se convierta en una herramienta de interacción en redes sociales”, señaló.

Desde las expresiones de distintas voces, se insistió en que la lucha no se limita a la defensa de los derechos de las comunidades LGBTQ+ o de los sectores más vulnerables, sino que es una lucha que involucra a toda la sociedad. Activistas de distintos sectores, desde el ambientalismo hasta el feminismo y las luchas por los derechos de los trabajadores, se sumaron al reclamo. Todos coincidieron en que el discurso de odio y la intolerancia no deben ser la base de la convivencia democrática. “Hoy no solo luchamos por nuestros derechos, luchamos por una sociedad más justa, inclusiva y libre de odio”, concluyeron, en una consigna que resonó en la plaza y que continuará guiando las luchas de los días venideros.

En definitiva, la marcha de Nueve de Julio fue una expresión de resistencia, pero también un llamado a la unidad. La lucha por la democracia, por la igualdad de derechos y por una sociedad más justa no se detiene, y la memoria histórica y la cultura seguirán siendo las armas más poderosas contra el retroceso que muchos temen bajo el gobierno de Javier Milei. La Plaza Belgrano, ese sábado, fue el punto de partida de una nueva etapa en la lucha por la democracia y la justicia social en Nueve de Julio.

En los asistentes Julia Crespo, presidenta del Bloque de Unión por la Patria, señaló que“Hoy estamos aquí, una vez más, para defender lo que es nuestro: la dignidad, los derechos y la libertad. Las palabras de Javier Milei no son solo declaraciones aisladas. Son parte de un proyecto político que busca destruir todo lo que hemos logrado con tanto esfuerzo y sacrificio”. Y añadió que a lo largo de los años, hemos sido testigos de cómo las luchas por los derechos humanos, la igualdad de género y los derechos de las comunidades LGBTQ+ han logrado cambiar el rumbo de este país. No vamos a permitir que todo eso se derrumbe por un discurso de odio que promueve el presidente teniendo la base de derechos ya logrados.

 

La Plaza Belgrano de Nueve de Julio se convirtió, en el final de la tarde calurosa de este sábado donde comienza febrero, en un escenario de rechazo a las expresiones del presidente de la nación, Javier Milei en Davos, a los fines de poner limites a conductas de racismo y fascismo y en defensa de los derechos de las personas e igualdad de género.

La movilización, convocada por diversos colectivos sociales, feministas, LGBTQ+ y organizaciones de derechos humanos, estuvo marcada por un fuerte rechazo a las políticas y discursos de odio promovidos por el actual gobierno, particularmente por las expresiones del presidente, que han sido consideradas como un ataque directo a las identidades sexuales, de género, y a los sectores más vulnerables de la sociedad.

En este sentido, los organizadores de la marcha aseguraron que los discursos que buscan deshumanizar y marginar a diversos grupos no son solo palabras vacías, sino que tienen consecuencias concretas y violentas sobre la vida de las personas.

“Estamos aquí porque las palabras del presidente no son solo declaraciones, son un reflejo de una política que busca precarizar aún más nuestras vidas”, expresó en nombre del colectivo LGBTQ+ Milo Rodriguez, ocultando el rostro con anteojos oscuros, lo quita transparencia a su mensaje desde la neurolingüística, y en nombre de los impulsores del encuentro. La convocatoria estuvo centrada en la construcción de respuestas colectivas ante lo que describieron como una “emergencia social”, que afecta a sectores como las comunidades LGBTQ+, las personas con discapacidad, las y los migrantes, las trabajadoras sexuales, los pueblos originarios, y muchos otros colectivos que han sido históricamente objeto de discriminación.

Los oradores no solo se centraron en el discurso político, sino que también denunciaron los efectos tangibles de esa retórica en la vida cotidiana de las personas. Se mencionaron casos específicos de violencia como el tristemente célebre triple lesbicidio ocurrido en Barracas, una tragedia que visibilizó el peligro real que enfrentan las personas de la comunidad LGBTQ+ en Argentina.

“El odio que se propaga desde las esferas de poder alimenta la violencia cotidiana. No solo es una cuestión simbólica; hay agresiones, crímenes de odio y persecución ideológica, todos legitimados por un discurso fascista que amenaza la seguridad y la dignidad de nuestra comunidad”, afirmó una de las oradoras.

Más allá de los casos específicos de violencia, se destacó la sensación de impotencia colectiva, con muchas personas manifestando el agotamiento que provoca la violencia sistemática y el discurso del odio. “El impacto en nuestra salud mental es real. Hay un desgaste, una frustración y un sentimiento de que no estamos siendo escuchados”, señalaron desde el punto de los mensajes bajo en añejo árbol del paseo público que daba sombra y fresco. Sin embargo, también se destacó la importancia de mantener viva la memoria histórica de las luchas pasadas, como las asambleas barriales de los años 90 y las tomas de universidades, como modelos de resistencia que siguen siendo relevantes en el contexto actual.

Un Llamado a la Acción: Movilización y Organización Colectiva

Uno de los aspectos más destacados de la marcha fue el llamado a la acción y la organización. Los participantes manifestaron su compromiso por respuestas concretas en los territorios, haciendo uso de diversas formas de protesta. Se habló de movilizarse durante los carnavales, organizando intervenciones callejeras, pintando murales, pegando carteles, y realizando talleres de autodefensa y de formación política. “Es importante que no solo hablemos entre nosotros, sino que salgamos a la calle, a los espacios comunes, para visibilizar nuestras luchas y movilizar a más personas”, subrayaron los organizadores.

Además, se destacó la importancia de articularse con otros sectores que también sufren los embates de las políticas actuales, como los trabajadores de la salud, la educación, y las ciencias, las comunidades migrantes, y las organizaciones feministas. En este sentido, se propuso una gran movilización en defensa de los derechos humanos y contra el fascismo, con el objetivo de reconstruir un consenso social que defienda los derechos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual, identidad de género o condición social. .

La idea de una “Marcha Caravana de Orgullo Antifascista” que recorra las principales ciudades del país fue bien recibida entre los presentes. Se propuso que esta marcha sirviera como un espacio para reunir y articular diversas luchas sociales, ampliando la consigna de la defensa de los derechos humanos y la lucha contra el fascismo a todos los sectores oprimidos. “Queremos un espacio en el que todos los que estamos siendo atacados por este gobierno podemos poner nuestras demandas sobre la mesa”, afirmaron.

La Resistencia Local: Un Mensaje de Unidad

En un mensaje cargado de simbolismo y rebeldía, se criticó duramente la actitud del gobierno municipal de Nueve de Julio, que, según los manifestantes, no solo no ha repudiado las declaraciones de Javier Milei, sino que también ha sido cómplice de la violencia política local.  “El silencio es complicidad”, afirmaron, apuntando también a la responsabilidad de los medios de comunicación locales, que en muchos casos han permitido la proliferación desde sus redes sociales, donde los lectores se expresan,  discursos de odio sin cuestionarlos.

El reclamo por una respuesta más firme de las autoridades locales y nacionales también incluyó un llamado a los medios de comunicación. Los manifestantes pidieron que se reflexionara sobre el papel de los medios en la amplificación de los ataques y en la generación de un clima de violencia. “No estamos en contra de la libre expresión, pero no podemos permitir que el odio se utilice como un recurso para generar interacción en redes sociales”, señaló.

Recuperando la Memoria: El Llamamiento del FLH de 1975

La jornada también incluyó una evocación histórica significativa. Durante la marcha, se realizó la lectura del llamamiento del Frente de Liberación Homosexual (FLH) de 1975, en el que se advertía sobre el peligro del fascismo y la necesidad de organizarse frente a las fuerzas conservadoras que amenazaban con exterminar a las comunidades homosexuales y disidentes. Este documento, emitido hace 50 años, fue un llamado a la acción ante la persecución que vivían las personas LGBTQ+ durante la dictadura militar y la democracia temprana. En una clara referencia a los tiempos actuales, los organizadores subrayaron que, a pesar del paso de los años, las amenazas de odio siguen vigentes, y que la lucha por la libertad y los derechos sigue siendo urgente.

Un Mensaje de Esperanza y Resistencia

El cierre de la marcha fue un acto simbólico de resistencia y esperanza. Durante el evento, se recordó que la lucha no es solo por la comunidad LGBTQ+, sino por toda la sociedad. Activistas de diversos sectores se sumaron al reclamo, destacando la importancia de la solidaridad y la unidad en tiempos de adversidad. Desde el ambientalismo hasta el feminismo, pasando por las luchas por los derechos de los trabajadores y las trabajadoras, se destacó que todos los sectores oprimidos están llamados a luchar juntos contra un sistema que busca dividir y oprimir.

“Hoy no solo luchamos por nuestros derechos, luchamos por una sociedad más justa, inclusiva y libre de odio”, concluyeron los organizadores, en una consigna que resonó en la plaza y que continuará guiando la lucha en los días venideros. La resistencia sigue, la lucha no se detiene, y el camino hacia la igualdad es colectivo.

El origen de la movilización radica en una serie de declaraciones del presidente Milei, las cuales fueron interpretadas por muchos como un ataque directo a los valores democráticos y los derechos fundamentales de diversas comunidades. En particular, la polémica se desató a raíz de las palabras del presidente en su reciente intervención en el Foro Económico Mundial de Davos, donde, ante la comunidad internacional, afirmó que uno de sus objetivos era “exterminar” las voces que se oponen a su proyecto politico,

Estas declaraciones, sumadas a sus propuestas políticas, como la eliminación de leyes que protegen los derechos de las mujeres y de la comunidad LGTB+, generan una profunda preocupación en sectores de la sociedad que consideran que el país podría estar transitando nuevamente un camino de retrocesos en derechos humanos. En este contexto, la marcha de Nueve de Julio no solo fue una expresión de repudio a las palabras de Milei, sino también una manifestación de resistencia cultural y social frente a lo que muchos ven como una amenaza a la pluralidad ya la convivencia democrática.

El Acto de Resistencia: Cultura, Historia y Memoria

La movilización no fue solo un acto político, sino también un encuentro de memoria histórica y resistencia cultural. A lo largo de la protesta, los manifestantes recordaron momentos oscuros de la historia argentina, en especial aquellos vinculados con la dictadura militar, cuyas secuelas aún resuenan en la sociedad. En un país donde los derechos humanos son una conquista reciente tras años de dictadura y represión, los participantes en la marcha destacaron la importancia de defender la democracia y los valores fundamentales que han permitido el avance hacia una

Una de las intervenciones más destacadas fue la lectura de fragmentos de obras de escritores y escritoras argentinas que fueron censurados durante la dictadura. En particular, un fragmento de Cometierra de la

A través de esta lectura, los manifestantes no solo rindieron homenaje a la memoria histórica de las víctimas de la dictadura, sino que también pusieron sobre la mesa las realidades actuales que afectan a la sociedad argentina: la pobreza, la violencia estructural y la exclusión social. , todas ellas consecuencias de un sistema que sigue siendo, para muchos, profundamente d

Rechazo a las Políticas de Javier Milei

Las críticas hacia las políticas del presidente Milei fueron contundentes. Desde la derogación de leyes que protegen los derechos de las mujeres hasta la amenaza de eliminar la figura del feminidio como delito, los manifestantes mostraron su preocupación por las repercusiones que las políticas de Milei podrían tener en sectores sociales vulnerables. La propuesta de descentralizar la educación y la salud, lo que implicaría una privatización de estos servicios esenciales, también fue rechazada por los organizadores, quienes alertaron sobre los riesgos de

Uno de los puntos más críticos de la protesta fue la percepción de que el discurso de Milei ha alimentado una polarización peligrosa en la sociedad. En lugar de promover un diálogo constructivo, el presidente parece haber optado por un camino de enfrentamiento, donde aquellos que no comparten su visión son vistos como enemigos. Esta retórica, según los manifestantes, no solo está llevando a la división de la sociedad, sino que también fomenta un clima de violencia política.

El temor a un retroceso en los derechos humanos es una preocupación central. La amenaza de leyes anulares que protegen los derechos de las mujeres y las personas LGTB+, el debilitamiento de las políticas de inclusión y el posible avance.

La Resistencia a Través de la Cultura y el Arte

La marcha también se destacó por su énfasis en la cultura como medio de resistencia. En un contexto donde el gobierno de Milei ha mostrado una postura desafiante hacia la libertad de expresión y los medios independientes, la movilización en Nueve de Julio sirvió para reivindicar el arte, la literatura y la música como herramientas fundamentales para la defensa de los derechos.

Uno d

Testimonios de los Participantes

Los testimonios de los participantes reflejan el sentido de urgencia que muchos sienten frente a lo que consideran un peligroso giro hacia el autoritarismo. María, una activista feminista de 48 años, expresó: “La situación en Argentina se está poniendo cada vez más complicada. Lo que dijo Milei no es solo una amenaza a las mujeres, es una amenaza a todos los que creemos en una sociedad libre y democrática”. Por su parte, Lucía, una joven trans de 24 años, agregó: “Las políticas de Milei nos excluyen y nos violentan. No podemos permitir que nuestros derechos sean bo

Conclusión: La Larga Larga Marcha por la Democracia

La marcha de

A medida que el gobierno de Javier Milei sigue avanzando con sus políticas y sus discursos, la movilización de Nueve de Julio dejó en claro que no todos los sectores de la sociedad comparten su visión y que, por el contrario, seguirán luchando por un futuro en el que los derechos humanos, la democracia y la igualdad son los pilares fundamentales de la nación. La lucha sigue, y la memoria histórica, junto con la cultura, son las armas más poderosas.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas noticias