miércoles, enero 29, 2025
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Ocho conductores detenidos en Pinamar por picadas ilegales

Las conductas son alcanzadas por el Código Penal donde los procesados pueden tener penas de hasta tres años y la inhabilitación de manejo incluida la perdida del carnet de conducir

Este fin de semana, cuatro conductores fueron detenidos en Pinamar por participar en picadas ilegales en la zona de La Frontera, también conocida como “La Olla”. Con este nuevo operativo, ya son ocho las personas arrestadas en menos de 48 horas debido a las carreras clandestinas en la región, lo que ha puesto en evidencia un problema que viene preocupando a las autoridades para preservar la integridad física de las personas que asisten.

Estos conductores se suman a los cinco detenidos el viernes, uno de los cuales fue liberado rápidamente. Las detenciones fueron solicitadas por el fiscal Walter Mercuri y aprobadas por el juez David Mancinelli, quienes basaron su decisión en el artículo 193 bis del Código Penal, que establece penas de prisión y la inhabilitación para conducir para aquellos que participan en carreras de velocidad sin autorización poniendo en riesgo la vida de personas.

Las consecuencias legales para los detenidos podrían ser severas. De acuerdo con la normativa vigente, los involucrados podrían enfrentar penas de prisión de entre seis meses y tres años, además de una inhabilitación especial para conducir por el doble del tiempo de la condena. Asimismo, todos los vehículos fueron secuestrados.

Los detenidos deberán enfrentarse ahora a una audiencia de mediación, en la que se les propondrá reconocer el delito en un juicio abreviado. Esta estrategia podría resultar en la pérdida de la licencia de conducir de los acusados, lo que representaría una sanción adicional a las penas que se les impondría.

Este tipo de carreras ilegales no solo pone en peligro la vida de quienes participan, sino también la de transeúntes y otros conductores que circulan por la zona. A pesar de los intentos por parte de las autoridades de desalentar estas prácticas, muchos conductores se habían habituado a utilizar “La Olla” como un punto de encuentro para estas actividades clandestinas, lo que generó un ambiente de creciente inseguridad.

La respuesta de las autoridades ha sido clara: la zona ya no será un terreno libre para este tipo de eventos. La intensificación de los controles, con la colaboración de fuerzas de seguridad de diferentes niveles, y la utilización de tecnología de monitoreo, han permitido llevar adelante una serie de operativos exitosos, como los realizados este fin de semana. Estas acciones representan un esfuerzo coordinado para frenar la ilegalidad y garantizar la seguridad pública.

Las detenciones de los conductores involucrados no solo buscan castigar a los responsables, sino también enviar un mensaje a la comunidad: las picadas ilegales no serán toleradas. Las autoridades locales han indicado que se seguirán implementando operativos similares en otros puntos conflictivos de la región, con el objetivo de evitar que los conductores encuentren nuevos espacios donde realizar sus competencias clandestinas.

Por otro lado, los detenidos ahora se enfrentan a un proceso judicial que podría llevarlos a perder su licencia de conducir, además de las penas privativas de libertad que corresponden según lo dispuesto por el Código Penal. Esta medida de inhabilitación no solo busca sancionar a los responsables, sino también prevenir que los implicados vuelvan a incurrir en conductas peligrosas.

Un Llamado a la Conciencia Colectiva

Más allá de las acciones de las autoridades, queda claro que la problemática de las picadas ilegales no puede ser resuelta únicamente mediante controles policiales. Es fundamental generar conciencia sobre los riesgos que conllevan este tipo de prácticas, tanto entre los jóvenes como en la sociedad en general. Las carreras ilegales no solo ponen en peligro a los conductores, sino también a toda la comunidad, que se ve afectada por los accidentes, el ruido y las alteraciones del orden público.

En este sentido, el trabajo conjunto entre las autoridades, las organizaciones sociales y la ciudadanía es clave para erradicar este tipo de conductas. Solo con una acción integral se podrá garantizar la seguridad en las calles de Pinamar y otras localidades de la región, y lograr que “La Olla” deje de ser sinónimo de ilegalidad y peligro.

Las fuerzas de seguridad han dejado claro que seguirán vigilando y actuando de manera firme frente a quienes violan la ley, y el caso de este fin de semana demuestra que no habrá impunidad para aquellos que pongan en riesgo la vida de otros.

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