El Hogar del Niño de Nueve de Julio vivió una jornada especial de solidaridad este sábado 25 de enero, cuando un grupo de voluntarios se unió para llevar a cabo una serie de mejoras en las instalaciones de la institución. Esta acción forma parte del Programa Interactivo de Ayuda por Regiones (PRIAR), lanzado por Banco Galicia en 2002, y tiene como objetivo apoyar a instituciones de bien público, como el Hogar del Niño, para mejorar su desarrollo y el bienestar de los niños que residen allí.
Santiago Falco, presidente del Hogar, destacó la importancia de la colaboración, mencionando en una entrevista con Cadena Nueve que se decidió mejorar las instalaciones, específicamente el patio de recreación, que también contará con nuevos juegos para los niños. El evento fue posible gracias a los fondos recaudados en una competencia de golf organizada por la Fundación Banco Galicia en el Club Atlético 9 de Julio.
Voluntarios de localidades cercanas como Trenque Lauquen, Bolívar, Bragado, Pehuajó, Lincoln y Bella Vista se sumaron al esfuerzo. En la jornada, se pintó el patio interno, se diseñaron murales coloridos con temáticas educativas y recreativas, y se removieron plantas y yuyos que afectaban la estructura del hogar. Sol Grizutti, diseñadora local, fue la encargada de coordinar los murales, con el objetivo de crear un espacio alegre y educativo para los niños. Además, se incorporó una huerta que servirá tanto para abastecer la cocina del hogar como para ofrecer una herramienta educativa a los pequeños.
Alejandro Grizutti, referente de la Fundación PRIAR, subrayó el trabajo conjunto y el esfuerzo colectivo que hace posible este tipo de proyectos. “Es fundamental trabajar juntos y poner un granito de arena para mejorar la vida de los chicos. Este tipo de proyectos son el mejor ejemplo de solidaridad”, afirmó.
La jornada también incluyó el lanzamiento de una campaña de socios protectores, invitando a la comunidad a colaborar de manera continua con el hogar a través de un sistema de débito automático, para asegurar el funcionamiento estable de la institución.
Los voluntarios, con pinceles en mano, continúan con la tarea de dejar un espacio renovado para los niños, que podrán disfrutar de este patio lleno de colores y nuevas experiencias a partir de mediados de febrero. Este tipo de acciones no solo generan un impacto directo en las instituciones, sino que refuerzan el compromiso de la comunidad con la mejora de las condiciones de vida de los más pequeños, ofreciendo un futuro lleno de esperanza.
Agencia MTR