El nuevo Jefe de la Policía Comunal de Nueve de Julio, sin saberlo, ‘llegó al mundo con un pan abajo del brazo’. “Soy leonino, nací el 7 de agosto, día de San Cayetano. La fecha y el signo me acompañan en mi vocación de servicio, siempre con sangre en la acción”, expresó a manera de presentación al contar su vida en ‘Despertate’ por Cadena Nueve y Máxima.
Juan Carlos Barrena fue reflexionando sobre su carácter y cómo su destino parecía orientado hacia la policía desde joven. Hijo de un policía, docente en Matemáticas y Física, Barrena creció con el ejemplo de un padre que no solo velaba por el orden, sino que también enseñaba a sus hijos la importancia de la solidaridad y el amor al prójimo. “Mi papá siempre decía ‘Dios proveerá’. Crecimos en una familia muy humilde, pero con mucho amor. Aprendí a ayudar a quien más lo necesitaba, a veces incluso cuando las cosas no sobraban en casa”. Y cuando algo faltaban la madre era la encargada que alcanzara para todos.
Desde sus primeros años en la Escuela Primaria número 30 de Pehuajó, hasta su formación en la Escuela Normal Superior de esa ciudad, Barrena fue moldeado por el esfuerzo, el sacrificio y la convicción de que el servicio a los demás es lo más importante. “Vengo de una familia que siempre estuvo comprometida con el bien de la comunidad. Mi hermano, por ejemplo, dio todo lo que tenía – regaló su casa y sus bienes – a los más necesitados y hoy es cura misionero en Bolivia. Eso me marcó profundamente”,
Con ese legado, Barrena ingresó a la Policía de la Provincia de Buenos Aires, no con el objetivo de ascender en la jerarquía, sino con una misión clara: “Entré para ser un buen servidor público. No busqué ser comisario, busqué ser un buen policía, comprometido con mi comunidad”, aseguró. Además de su función en la Policía, Barrena es presidente del Rotary Club de Pehuajó, una institución que ha sido fundamental para su vocación de ayuda al prójimo. “Ser rotario es ser gente de bien, es dar de uno sin pensar en uno mismo. En mi tiempo libre, sigo trabajando para los más necesitados”, destacó el policía al contar una anécdota de ese sentido de servicio.
Ahora, como Jefe de la Policía Comunal de Nueve de Julio, Carlos Barrena enfrenta nuevos desafíos. A pesar de las dificultades logísticas y de personal, resalta la importancia de las inversiones realizadas en seguridad por el municipio. “Lo que tenemos aquí es impresionante. Las tecnologías de monitoreo, las cámaras, todo eso contribuye a la seguridad de la gente. Si bien nos falta personal, la infraestructura es un gran apoyo”, señaló, destacando el trabajo conjunto con la Subsecretaría de Seguridad Ciudadana y Tránsito.
Su llegada a Nueve de Julio, aunque motivada por su trayectoria, también tiene una profunda carga emocional. “A veces uno tiene que salir de su tierra para que lo reconozcan. En Pehuajó, mi trabajo fue siempre conocido, pero aquí Dios me puso para hacer el bien en otra ciudad. Estoy feliz de estar en Nueve de Julio, de aportar lo que sé y seguir sirviendo a la gente”, manifestó Barrena, quien también se ha ganado el ca.
Además, el Jefe de la Policía Comunal no oculta su profundo vínculo con su familia. Casado con Laura y padre de María Candela, Barrena comparte con su familia los valores de entrega y solidaridad que le fueron enseñados. “Mi hija se llama María Candela porque mi hermano, que es sacerdote, le dio ese nombre para que siempre esté protegido por la Virgen María. Esos pequeños gestos son los que nos mantienen unidos”, tras haber contado que su hermano, Marcelo dejó su trabajo en Gral. Acha -La Pampa – de docente y Profesor de Educación Física y ser sacerdote.
Con una clara visión sobre su rol, el flameante Jefe de la Policía Comunal de Nueve de Julio finalizó: “En la vida, lo que hago lo hago con pasión. No hay nada imposible, solo hay que animarse a dar lo mejor de uno. Esa es la clave para servir a la gente, en la policía, en el Rotary o en cualquier lugar”.
En otro pasaje del dialogo remarcó la importancia de la cooperación entre la policía y la sociedad para mantener el orden y la tranquilidad. “La seguridad no es solo tarea de la policía, sino que debe ser una responsabilidad compartida. Todos tenemos que estar alerta y ayudarnos mutuamente”.
La idea de ser “el custodio del vecino” es un principio fundamental que Barrena promueve. Un ejemplo que compartió ilustra este concepto: “Mi mamá solía ver al cartero pasar por la casa de una vecina y, aunque la vecina no estuviera en su casa, ella lo notaba y se preocupaba. Luego, cuando la vecina regresaba, le decía ‘pasó fulano de tal’ para que estuviera al tanto”, recordó Barrena. Este acto de vigilancia cotidiana, aunque simple, es el tipo de acción que fortalece el tejido social y genera un entorno más seguro.
En esta línea, Barrena se refirió también a la importancia de la unidad en la comunidad. “Cuando nos vemos como un solo grupo, unido, no es tan fácil para los delincuentes atacar. Pero cuando hay división y crítica constante, es más fácil para ellos entrar. Debemos estar unidos, con nuestras virtudes y defectos. Los defectos se pueden mejorar, pero lo importante es celebrar las virtudes y apoyarnos entre nosotros, mutuamente.
Carlos Alberto Barrena no solo es el Jefe de la Policía Comunal de Nueve de Julio, sino un verdadero servidor público, comprometido con el bienestar de la comunidad y guiado por principios sólidos de fe, entrega y solidaridad. Su presencia en la ciudad representa un nuevo capítulo en su vocación de servir a los demás, siempre con pasión y con un claro propósito: hacer el bien sin pensar en uno mismo.
Agencia MTR