lunes, enero 6, 2025
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Provincia de Buenos Aires en ataque

Escribe para Cadena Nueve, Luis Gotte*

En octubre pasado, el gobierno colonialista argentino emitió la Resolución 1094/2024 por la cual deroga la obligación que tenían las empresas de televisión paga de incluir en sus grillas las señales informativas de origen nacional. Ahora, la empresa Personal-Flow comenzó a retirar del aire los noticieros locales de varios municipios bonaerenses.

Otra vez nos quieren callar, otra vez quieren apagar la voz del pueblo. Cierran noticieros, apagan pantallas y, de paso, se llevan un pedazo de nuestra identidad bonaerense. Porque cada uno de esos noticieros locales no era solo una ventana para saber si llovía en Laprida o si había ganado el equipo de Ayacucho; era, sobre todo, un puente entre el vecino y su tierra, entre la comunidad y su propia historia.

La decisión de CableVisión-Flow de barrer del aire los noticieros locales es más que un problema técnico, es un golpe certero al corazón de nuestros pueblos bonaerenses. No es solo el adiós de una señal en Trenque Lauquen, Balcarce, Pehuajó o Coronel Suárez; es el silencio impuesto a los que laburan de sol a sol, a los que se sientan a la mesa con la radio prendida y la tele encendida para saber si el camión con semillas llegó a tiempo o si la escuela va a tener clases mañana. Nos están quitando la costumbre de mirarnos a la cara, de reconocernos en el vecino que sale por la pantalla a contar su historia.

El cierre de estos noticieros no es casualidad ni mala suerte, es el resultado de políticas que priorizan los números fríos y la rentabilidad inmediata sobre el valor social y cultural de los medios locales. Es el dogma liberal inglés el que se nos imponen. Pero no nos van a tapar la boca. Desde el barro, desde las raíces, siempre salen respuestas.

Acá no hay que inventar la pólvora: la solución está al alcance de la mano. Si nos quieren sacar la tele, volvamos a la radio. Que esos noticieros locales se reconviertan, que tomen el aire radial como su nueva trinchera. Que se transformen en programas en vivo, con noticias locales y regionales, con entrevistas a los vecinos, con historias reales contadas con el mismo amor y compromiso de siempre.

Pero ojo, esto no es solo tarea de los periodistas. Es hora de que los bonaerenses también cambiemos el dial de nuestras mañanas. Hay que apoyar estos programas, hay que escucharlos, hay que hacerlos parte de nuestra rutina diaria. Si logramos que cada vecino sintonice esos espacios, si los hacemos fuertes desde el otro lado de la pantalla, estaremos defendiendo mucho más que un programa de noticias: estaremos defendiendo nuestro derecho a estar informados, a ser parte de una comunidad despierta y activa.

La pérdida de un noticiero no es solo un problema para los periodistas que pierden su trabajo, es un problema para cada uno de nosotros. Porque cuando apagan una voz local, nos dejan un poco más solos, un poco más desconectados, un poco más perdidos. Y con ello, se pierde la identidad bonaerense.
No nos resignemos. No miremos para otro lado. Buenos Ayres está en ataque, y la mejor defensa siempre será mantenernos unidos, informados y, sobre todo, con la voz bien fuerte y clara.

A prender las radios, carajo. Porque si nos cierran una puerta, abrimos una ventana. Y si nos apagan la tele, encendemos LA RADIO con la fuerza del pueblo bonaerense.

*Autor de “Buenos Ayres Humana II, la hora de tus Intendentes”

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