En el predio del Jardín de Infantes de Facundo Quiroga, en la localidad de Nueve de Julio, se llevó a cabo la extracción de un árbol que estaba ubicado en el lugar de juegos de los niños, por una decisión tomada por el Consejo Escolar del distrito. El árbol, comenzó a presentar problemas relacionados con el crecimiento de sus raíces, las cuales empezaron a obstruir la red cloacal y afectaban las áreas de recreación de los niños. Para mitigar estos inconvenientes, se informó que se colocará otro ejemplar en el mismo lugar para reemplazarlo, asegurando de esta manera que el entorno del jardín mantenga su vegetación.
El árbol retirado estaba ubicado en el predio del jardín desde hacía muchos años, y aunque en sus primeras etapas su presencia no generó inconvenientes, el crecimiento de sus raíces se fue convirtiendo en un problema. Estas raíces, al irse expandiendo, comenzaron a invadir la red cloacal de la zona, provocando obstrucciones y complicando el sistema de saneamiento del establecimiento. Además, las raíces salen a la superficie, lo que afectó los espacios destinados al juego de los niños, creando potenciales peligros para su seguridad.
Ante estos daños, las autoridades del jardín solicitaron al Consejo Escolar la intervención para solucionar la situación. La decisión fue realizar la extracción del árbol durante el receso estival, cuando el jardín no está en funcionamiento, minimizando de este modo cualquier impacto en las actividades escolares o en los niños.
La medida de extracción, aunque justificada desde un punto de vista práctico, generó preocupación en algunos sectores de la comunidad. Muchos vecinos expresaron su inquietud sobre las posibles consecuencias de la eliminación de un árbol tan maduro en términos ecológicos. Este ejemplar no solo formaba parte del paisaje, sino que también proporcionaba sombra y contribuía al equilibrio ambiental del área. Para varios residentes, la pérdida de un árbol de tal tamaño podría tener un impacto negativo en la biodiversidad local y en la calidad del aire de la zona.
Algunos vecinos señalan que los árboles maduros son esenciales para el ecosistema urbano, ya que ayudan a regular la temperatura, mejorar la calidad del aire y proporcionar refugio a diversas especies de fauna local. La decisión de retirarlo, sin embargo, se tomó tras una evaluación técnica que priorizó la seguridad y el bienestar de los niños que asisten al jardín.
Reemplazo y futuros proyectos verdes
A pesar de las preocupaciones, las autoridades del Consejo Escolar aseguraron que, en lugar del árbol retirado, se plantará un nuevo ejemplar. Este reemplazo se llevará a cabo con la intención de mantener un entorno verde en el predio del jardín, al tiempo que se evitarán los problemas que generaba el árbol anterior. La elección de la nueva especie se realizará con cuidado, buscando una que sea adecuada para el espacio y que no represente los mismos riesgos que el ejemplar retirado.
Si bien se entiende que la decisión fue tomada con base en la seguridad y la funcionalidad del espacio, la inquietud sobre el impacto ecológico de la medida persiste. Sin embargo, la plantación de un nuevo árbol en el lugar parece ser una solución que intentará equilibrar las necesidades educativas con la conservación del entorno natural. De esta manera, se espera que el jardín siga siendo un lugar seguro y verde para los niños, al tiempo que se respete el equilibrio ecológico.
Agencia MTR